Wilson Zapata Bustamante: “Ningún otro país como China ha logrado sacar a tanta gente de la pobreza”

Wilson Zapata, articulista del Semanario EL AUTONOMISTA, junto a otros once periodistas de América Latina, participó en el mes de septiembre, en la Cuarta Cumbre de Periodistas de Alto Nivel de América Latina, por invitación del Gobierno chino, con motivo de la celebración del 60 Aniversario de creación de la República Popular China. Por lo cual este medio consideró importante entablar una conversación a fondo con este destacado periodista con el fin de que nos cuente su experiencia en el país Oriental, así como también su perspectiva del avance que ha tenido China en las últimas décadas.

¿Qué descubrió en su viaje a China?

Primero, descubrí una nación en completo desarrollo, con sabor occidental en el vestir de la gente, pero con arraigadas tradiciones.

Al meditar sobre este viaje, su valor y significado, la imaginación queda demasiado corta, porque a pesar de tener tantas imágenes en libros, televisión, Internet, etc., es descubrir un nuevo horizonte que se revela ante mis ojos, con una mirada limpia y nueva, es un despertar a los sentidos, porque China huele y sabe a China.

¿Le impresionó la Muralla China?

El caminar por la impresionante Muralla China estremece el alma, porque esta obra colosal es una muestra de la grandeza del pueblo chino, que al paso de los años no ha sucumbido. Hoy en día es uno de los lugares turísticos que atrae a un mayor número de visitantes tanto chinos como extranjeros.

Como si de un gigantesco dragón se tratase, la Muralla serpentea por el norte de China de Este a Oeste a lo largo de 10.000 kilómetros. Considerada una de las siete maravillas del mundo, ha despertado y sigue despertando la curiosidad, el interés y la admiración de todo el planeta. Fue incluida en 1987 como Patrimonio Cultural Mundial en la UNESCO.

¿A más de la Gran Muralla China, qué le impresionó?

La belleza y el gran desarrollo de casi todas las ciudades. Beijing es una gran metrópoli internacional. Las autopistas que se extienden por todas partes, las filas compactas de arquitecturas modernas, tierras verdes y jardines que cubren gran superficie, todo esto muestra la nueva cara brillante y espléndida de Beijing. Es una ciudad histórica, muy moderna y verde de fama mundial. En las aceras, calles y parques los árboles se les ve gratamente. La ciudad es realmente majestuosa, un verdadero sueño, una ilusión que el pueblo chino hizo una realidad para el mundo y no se puede más que sentir admiración por este gran país.

Y por otra parte tenemos a China de hoy, igual de asombrosa y grande, un corazón latente y lleno de dinamismo, donde se advierte un desarrollo extraordinario, que parece no contenerse.

¿Qué opina sobre los 31 años de Reforma y Apertura de China y los éxitos que ha tenido?

Pienso que China es un ejemplo para el mundo por el progreso que ha alcanzado. La Reforma y Apertura la han llevado a conseguir niveles de desarrollo nunca antes vistos en el mundo. Ningún otro país ha logrado sacar a tanta gente de la pobreza. Esto es algo de lo que el pueblo y el Gobierno chinos deben estar orgullosos, y que el resto del mundo admira.

En un reportaje suyo que publicamos el 18 de octubre pasado, usted manifestaba que China, el país pobre y atrasado de inicios del siglo pasado se ha consolidado como una nación estable, fuerte, sólida y unida ¿En qué se basa ese desarrollo que hoy vive China?

En la coexistencia de diversas formas de economía y en la decisión estratégica del Partido Comunista Chino. Den Xiaoping, decidió en 1978 modernizar la economía del país y elevar el nivel de vida. Para ello, introdujo la economía de mercado y nuevos vientos capitalistas. “Un poco de capitalismo no puede venir mal”, explicó en una rueda de prensa. “Poco importa que el gato sea blanco o negro si atrapa a los ratones. Ningún país puede desarrollarse en la actualidad cerrando sus puertas. El aislamiento encerró a China en la pobreza, el atraso y la ignorancia”. Den tuvo muchísima razón. La nueva dirección, con Hu Jintao al frente, ha hecho suyo ese importante legado teórico y práctico, segura de que no hay otro camino posible que el de la victoria en medio de transformaciones económicas esenciales.

Además, China ha demostrado una sabia e inquebrantable voluntad para persistir en la realización de un proyecto de desarrollo socialista con características propias y una política exterior pacífica y coherente.

¿La actual crisis financiera y económica del mundo, no ha afectado a China?

Por los resultados de la economía china, parece que no. Es verdad que la crisis ha afectado a todos los países del mundo, pero desde el año pasado China ha aplicado medidas de estímulo. El Gobierno central ha invertido una gran suma de dinero y este año ha logrado ampliar la demanda interna y promovido las exportaciones, por lo que se mantiene el desarrollo económico. En el primer semestre del 2009, según las estadísticas chinas- China creció 7,1% y en el tercer trimestre, 7,9%, por lo cual esperan alcanzar la meta del 8%.

Los enemigos del socialismo y de China en específico, no han dejado de conspirar para subvertir ideológicamente y dar al traste con el desarrollo de la nación asiática. En este contexto se encuentran las conspiraciones separatistas, el aliento al terrorismo, el tratar de sabotear la política de:»un país, dos sistemas», etcétera.

Siempre habrá gente que no quiere que China logre ese desarrollo. Han puesto, ponen y van a seguir poniendo obstáculos. Pero el pueblo, bajo la dirección del Partido Comunista, también está convencido de que desaparecerán esas trabas, tanto en la construcción como en la exploración del camino hacia el socialismo.

¿No cree que la experiencia china es audaz, pero frágil?

Las reformas se han llevado tan lejos, a juicio de observadores diplomáticos y periodistas acreditados en Beijing, que cualquiera vuelta atrás parece cada vez más difícil. La puerta que ya ha abierto China no se cerrará, sino que se abrirá aún más. Con los avances de la modernización, los intercambios entre el mercado chino y el extranjero serán mayores y los lazos más fuertes.

¿China sigue siendo un país misterioso y enigmático?

China continúa siendo un gigantesco Imperio –el tercero del mundo por su tamaño y el primero por el número de sus habitantes (1.300 millones)- y permanece, pese a la peripecia de sus cambios políticos, como un país misterioso, temido, enigmático e incluso desconocido.

Es la tierra, son sus hombres, el lenguaje, el pasado y las reformas en marcha… es todo el conjunto lo que desconcierta por su mezcla de escepticismo y tradicionalismo. Y esto lo saben sus dirigentes. Y lo temen. Por eso procuran controlar el proceso que, razonablemente, no se sabe adónde puede conducir. ¿A un simple desarrollismo? ¿A una mera apertura comercial o económica? ¿A profundas reformas institucionales? ¿A la democracia pluralista o a un socialismo más tolerante? Estos y otros interrogantes nos planteamos y se plantean los observadores de la situación.

¿Qué pasa en el tema político? ¿Cuáles son las perspectivas políticas de China?

¿Qué pasa en China? ¿Qué pasará en China? Estas son las grandes preguntas que abren otras muchas más pormenorizadas: los signos de apertura comercial, los nuevos contactos económicos y culturales con Occidente, el revisionismo de la ortodoxia maoísta, el ejemplo de cuanto sucede en China para los países tercermundistas, la reivindicación de Taiwán, la coexistencia con el capitalismo, todo un amplio abanico de cuestiones, obviamente apasionantes.

En Beijing se afirma que más temprano que tarde, Taiwán regresará a ser parte de China. Están convencidos de que «La reunificación de la patria será total».

En el tema político, Hu Jintao que actualmente gobierna China, debe entregar el poder en el 2012. Hay dos bandos que se disputan el poder que hoy tiene Hu Jintao: el Primer Ministro Wen Jiabao perteneciente al ala populista, y Xi Jinping, el vicepresidente chino de 56 años, perteneciente al grupo de los elitistas.

¿Cuál ha sido al respuesta del pueblo chino?

Los periodistas de América Latina que llegamos a China, visitamos ciudades, universidades, aldeas, etnias, centros turísticos, empresas, barrios obreros, organizaciones campesinas y asociaciones de jubilados. Puedo asegurar que el pueblo (que nosotros conocimos) está contento con la situación actual. Debo subrayar que el espíritu de obediencia, el sentido de la disciplina y el trabajo, heredados de siglos de sumisión a la tecnocracia de los mandarines, han sido férreamente impulsados por el comunismo. La fe en el Estado y la capacidad de éste para movilizar recursos humanos y materiales tan ingentes, constituye un tema de análisis que tiene sobrecogido a medio mundo.

Por:  Lic. Leonardo Intriago*

* Leonardo Intriago Solórzano, Editor General del Semanario El Autonomista, que se edita en Portoviejo, Manabí. La entrevista fue publicada en el Autonomista  (30-12-2009).

Fotos: Web | Cortesía de China Hoy

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