Por: Dr. José Vega Delgado
Los personajes que WALT DISNEY creara, nutrieron la imaginación y enriquecieron la vida de muchos niños, adolescentes y jóvenes en la centuria anterior y aun en la presente. De allí que visitar DISNEYWORLD en la Florida o DISNEYLANDIA en California (USA), constituye un mágico viaje de retorno a la infancia de cada quien.
Cierto es que las primeras lecturas requieren el apoyo de imágenes ilustrativas, y si son a colores tanto mejor, que dan enorme vivacidad a las representaciones del intelecto, adherido en su primera etapa de manera indisociable a la imaginación, hasta alcanzar el nivel de la abstracción de ideas o conceptos, posteriormente. Por ello, las revistas con las historietas de WALT DISNEY que leíamos escolarmente, formaron el primer peldaño de nuestra autoeducación; luego vendrían las novelas policíacas carentes ya de imágenes impresas, sobre todo las del FBI, que nos abrieron el paso a LA GRAN LITERATURA, cuando leer LA ILÍADA y LA ODISEA tanto como EL TEATRO GRIEGO CLÁSICO, era un reto inconmensurablemente mayor.
Verdad es que una gran mayoría no rebasó los dos primeros niveles, el de las revistas con dibujos animados a colores, y el de las novelas de misterio -cuándo no la narrativa rosa, que luego pasó a los culebrones amatorios de las telenovelas-. El ingreso del lector común a LA GRAN LITERATURA, exige toda una iniciación del gusto y una reingeniería de la estimativa estéticas.
Todo mundo puede leer y/o ver los productos de CORÍN TELLADO, pero no a todos les ha sido dada la preparación para degustar las Obras de SHAKESPEARE, DOSTOYEVSKI, GOETHE y aun del mismo CERVANTES. Desde aquí, el tercer nivel, avanzar a un cuarto estadio de lectura, aquél de EL PENSAMIENTO ABSTRACTO O FILOSÓFICO, supone lo que al montañista coronar la cúspide nevada de la gran montaña; adentrarse por los vericuetos de < El Mundo como Voluntad y Representación > (SCHOPENHAUER), por no hablar de la < Crítica de la Razón Pura > (KANT), la < Ciencia de la Lógica > (HEGEL), < Ser y Tiempo > (HEIDEGGER) o < La Evolución Creadora > (BERGSON).
Claro está, algunos pensadores prefieren bucear más en aguas literarias que científicas, mientras que otros lo hacen al revés, a la hora de comunicar sus ideas al público, o simplemente cuando tienen necesidad de escribir. Así, es más fácil leer a PLATÓN que a ARISTÓTELES, a SARTRE que a HUSSERL.
Los textos de LA LITERATURA, por lo general se dejan leer; la mayoría de los escritos de LA FILOSOFÍA, hay que estudiarlos y masticarlos con largueza, ya que no basta la mera lectura. Tal el dilatado periplo que va del PATO DONALD a HENRI BERGSON.