Solución para las universidades de categoría E

Dr. Luis Rivadeneira Játiva, MSc.*

Es importante la evaluación permanente de las Universidades ecuatorianas para su acreditación. La tarea del CEAACES es fundamental en el país, pero, respetando los derechos educativos consagrados en la Constitución del Ecuador. Inteligentemente pensando, es necesario buscar una solución de igual manera inteligente, que no cause daño a la educación superior.

Para que no se presenten reclamos futuros, se podría pensar en las siguientes alternativas de solución:

1.- Fusión de Universidades pequeñas, que no tienen infraestructura propia, con acuerdo legal;

2.- Alianzas estratégicas entre Universidades del mismo tipo y tamaño o de características comunes, con acuerdo legal de voluntades;

3.- Estatización de Universidades que teniendo una excelente infraestructura física no tienen un nivel académico superior. El Estado fundaría una nueva Universidad, que podría tener buen nombre: Universidad Nacional Juan Montalvo;

4.- Intervención a las Universidades que no han alcanzado la excelencia académica para sanearlas. Los Interventores deben ser académicos que cumplan los requerimientos para ser rectores de Universidades;

5.- Universidades que deben mantenerse porque no se les ha dado tiempo para crecer. Es el caso de las dos Universidades estatales: de Santa Elena y Politécnica del Carchi; pero, tendrían Auditores académicos, con perfil de rectores;

6.- Universidades que no deben estar en la categoría E, pero que, lamentablemente, lo están. Cito, como ejemplo, dos casos: la Universidad Alfredo Pérez Guerrero de Quito que, a más de tener buen nombre e importantes publicaciones, ha logrado su superación académica para acreditarse; y, la Universidad de Otavalo, que tiene la tradición de investigación del Instituto Otavaleño de Antropología y está acreditada internacionalmente;

7.- Universidades de provincias que están sirviendo positivamente a la sociedad, pero, que requieren de asesorías académicas para salir adelante sin Interventores. Cito, como ejemplo, dos casos: la Universidad Indoamericana y la Escuela Politécnica Amazónica;

8.- Se entiende, por último, que otras Universidades, por haber hecho los cambios necesarios para alcanzar su excelencia académica, deben pasar a la categoría D y seguirían operando.

Considero que de las 26 Universidades en la categoría E, quedarían todos sus proyectos, pero con nuevos nombres, figuras, estructuras y fisonomías, con acuerdos inteligentes entre las partes y pleno respeto a las leyes internacionales y nacionales, fruto del diálogo positivo y ponderado entre las Universidades ecuatorianas. Habría menos Universidades, porque éstas se han integrado para su desarrollo en el siglo XXI, como se quiere en el país. De no hacerlo de forma inteligente y responsable, serían impredecibles sus consecuencias.

*El doctor Luis Rivadeneira Játiva, escritor, es docente principal de la Universidad Tecnológica Equinoccial y elaboró su tesis sobre evaluación y acreditación para su grado de Ph.D., en la Newport University, de California, Estados Unidos.

Deja una respuesta