Confiemos en los pobres

Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva

Debemos confiar en las fortalezas de los pobres, especialmente, para su acceso a la educación.

El Economista Yunus, en la India, confió en los pobres, y levantó un banco para convertirlos en pequeños micro empresarios y esto dio resultado. Creó el concepto del microcrédito el día que decidió ayudar a unos cuantos campesinos que vivían cerca de la Universidad de Chittagong y que, tras una gran hambruna que asoló el país en 1974, estaban pasando por graves dificultades. Elaboró una lista de 42 personas seriamente endeudadas que, en total, debían menos de 27 dólares. Cada uno de ellos recibió la cantidad que adeudaba sin otra condición que la de concentrarse en su trabajo y la de devolver el dinero cuando pudiera.

El éxito de su acción le llevó a crear, en 1976, el Banco Grameen, con la intención de prestar dinero a personas que no tenían acceso a los créditos bancarios tradicionales, dado que no cumplían las condiciones requeridas habitualmente en concepto de aval para garantizar el reembolso de la suma prestada. El banco se creó para conceder créditos únicamente a las personas más desfavorecidas, convirtiéndose éstas en accionistas de la entidad.

Esta institución sin ánimo de lucro ha salvado de la miseria a cientos de miles de sus compatriotas. El Banco funciona en la actualidad con más de 22.000 empleados que trabajan en las calles de casi 38.000 de las 68.000 aldeas y pueblos de Bangladesh, y concede préstamos a 2,3 millones de personas, de los que el 94% son mujeres pobres, siendo la tasa de devolución de los mismos del 97%. En octubre de 1997 el fundador del Banco de los Pobres recibió en París (Francia) el premio Internacional UNESCO-Simón Bolívar 1996, por su contribución a la libertad, la independencia y la dignidad del pueblo de Bangladesh.

El cantante José Luis Rodríguez “El Puma”, era un niño pobre, lustrabotas. Cuando vino al Ecuador, cepilló los zapatos a un niño lustrabotas de Quito, recibiendo el cariño y aplauso de los quiteños. Sobre sus recuerdos de niño, manifestó: “Veo un muchacho trabajando en el mercado, llevando bolsas de comida a las casas en una carretilla. Veo a un muchacho que lustraba zapatos en un barrio pobre de Caracas. Perdí a mi padre cuando yo tenía seis años, mi mamá quedó sola con once hijos. De niño me veía frente a una multitud, pero no sabía si cantando o bailando. Hasta que descubrí qué era cantar cuando vi las películas de Pedro Infante, Jorge Negrete y Elvis Presley. Me dije: ¡Yo quiero hacer eso!”.

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