El Santuario Poético Mirador San Miguel Arcángel, de Ibarra

Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva

Desde este Mirador se puede observar toda la ciudad de Ibarra con su crecimiento poblacional. Tiene vista directa hacia: el Cerro Imbabura, Bosque Protector Guayabillas y vista de lado izquierdo hacia la laguna de Yahuarcocha. San Miguel Arcángel es considerado por los moradores el patrono y guardián de la Villa de San Miguel de Ibarra.

La imagen del Arcángel San Miguel se encuentra ubicada en la loma Alto de Reyes en el barrio de Priorato de 13 m. y su base de 9 m.; 22 m. Total. El área está rodeada por un mirador, que forman un complejo que comprende 3392 m. El clima es moderado permitiendo ser disfrutada durante todo el año, con temperatura promedio de 17º C. Su ubicación es lindante con el sur-este de la ciudad de Ibarra.

Si usted, compañero (a) poeta, logra llegar a este lugar, de seguro va a escribir una nueva poesía, inspirada por la naturaleza del Taita Imbabura y de la Laguna de Yahuarcocha. Desde la hostería “La Estelita”, ubicada en la altiplanicie, se puede observar dos paisajes diferentes, por un lado, a la Ciudad Blanca y su volcán Imbabura y, por el otro, a la Laguna de Yahuarcocha.

Lo hermoso de la construcción rústica de la hostería-restaurante, a más de permitir un lugar de tranquilidad y aire puro, a 400 metros sobre el nivel de Ibarra, con una vista maravillosa. Su vista espectacular hace creer a los visitantes que están en el cielo, en el paraíso, porque realmente es un Edén, un lugar que llama la atención y despierta admiración, para no olvidarnos de la frase: “Ciudad a la que siempre se vuelve”.

Para que Ibarra tenga las mejores poesías hay que dar el mejor recibimiento a los poetas y entregarles los servicios hoteleros a precios especiales.

Los poemas: “País Imbaya”, “Añoranzas de Imbabura” e “Ibarra, blanca ciudad”, de Luis Rivadeneira Játiva, escritos en este santuario poético, constarán en la obra: “Alimentos para el alma”, en imprenta, con el alto auspicio de la Universidad Tecnológica Equinoccial –UTE- y el reconocimiento de El Palacio del Poeta de Quito.

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