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Declaración de la III Conferencia Regional de la Educación Superior

1.- Preámbulo

Mujeres y hombres de nuestra América, los vertiginosos cambios que se producen en la región y en el mundo en crisis nos convocan, a luchar por un cambio radical por una sociedad más justa, democrática, igualitaria y sustentable.

Hace un siglo, los estudiantes reformistas proclamaron que “los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan” y no podemos olvidarlo, porque aún quedan y son muchos, porque aún no se apagan en la región la pobreza, la desigualdad, la marginación, la injusticia y la violencia social.

Los universitarios de hoy, como los de hace un siglo, nos pronunciamos a favor de la ciencia desde el humanismo y la tecnología con justicia, por el bien común y los derechos para todas y todos.

La III Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe, refrenda los acuerdos alcanzados en las Declaraciones de la Reunión de la Habana (Cuba) de 1996, la Conferencia Mundial de Educación Superior de París (Francia) de 1998, y de la Conferencia Regional de Educación Superior celebrada en Cartagena de Indias (Colombia) en 2008, y reafirma el postulado de la Educación Superior como un bien público social, un derecho humano y universal y un deber de los Estados. Estos principios se fundan en la convicción profunda de que el acceso, uso y democratización del conocimiento es un bien social, colectivo y estratégico esencial para poder garantizar los derechos humanos básicos e imprescindibles para el buen vivir de nuestros pueblos, la construcción de una ciudadanía plena, la emancipación social y la integración regional solidaria latinoamericana y caribeña.

Reivindicamos la autonomía que permite a la universidad ejercer su papel crítico y propositivo frente a la sociedad sin que existan límites impuestos por los gobiernos de turno, creencias religiosas,  el mercado o  intereses particulares. La defensa de la autonomía universitaria es una responsabilidad ineludible y de gran actualidad en América Latina y el Caribe y es, al mismo tiempo, una defensa del compromiso social de la universidad.

La educación, la ciencia, la tecnología y las artes deben ser así un medio para la libertad y la igualdad, garantizándolas  sin distinción social, género, etnia, religión ni edad.

Pensar que las tecnologías y las ciencias resolverán los problemas acuciantes de la humanidad es importante pero no suficiente. El diálogo de saberes para ser universal ha de ser plural e igualitario, para posibilitar el diálogo de las culturas.

Las diferencias económicas, tecnológicas y sociales entre el norte y el sur y las brechas internas entre los Estados no han desaparecido sino que han aumentado. El sistema internacional promueve el libre intercambio de mercancías, pero aplica excluyentes regulaciones migratorias. La alta migración de la población latinoamericana y caribeña muestra otra cara de la falta de oportunidades y la desigualdad que afecta, sobre todo, a las poblaciones más jóvenes. La desigualdad de género se manifiesta en la brecha salarial, la discriminación en el mercado laboral y en el acceso a cargos de decisión en el Estado o en las empresas. Las mujeres de poblaciones originarias y afrodescendientes son las que muestran los peores indicadores de pobreza y marginación.

La ciencia, las artes y la tecnología deben constituirse en pilares de una cooperación para el desarrollo equitativo y solidario de la región, basadas en procesos de consolidación de un bloque económicamente independiente y políticamente soberano.

Las débiles regulaciones de la oferta extranjera han profundizado los procesos de transnacionalización y la visión mercantilizada de la educación superior, impidiendo cuando no cercenando, en muchos casos, el efectivo derecho social a la educación. Es fundamental revertir esta tendencia e instamos a los Estados de América Latina y el Caribe a establecer rigurosos sistemas de regulación de la educación superior y de otros niveles del sistema educativo.

Frente a las presiones por hacer de la Educación Superior una actividad lucrativa es imprescindible que los Estados asuman el compromiso irrenunciable de regular a las instituciones públicas y privadas, cualquiera sea su modalidad y promoviendo la diversidad institucional, para hacer efectivo el acceso universal, la permanencia y la titulación de la educación superior, atendiendo a una formación de calidad con inclusión, diversidad y pertinencia local y regional.

De manera similar al año 1918, actualmente “la rebeldía estalla” en América Latina y el Caribe, y en un mundo donde el sistema financiero internacional concentran a las minorías poderosas, y empuja a las grandes mayorías a los márgenes de la exclusión, la precariedad social y laboral.

Con todo y los enormes logros que se han alcanzado en el desarrollo de los conocimientos, la investigación y los saberes de las universidades y de los pueblos, un sector importante de la población latinoamericana, caribeña y mundial, se encuentra sin acceso a los derechos sociales básicos, al empleo, a la salud, al agua potable o a la educación. En pleno siglo XXI millones de niños, jóvenes, adultos y ancianos, están excluidos del actual progreso social, cultural, económico y tecnológico. Aún más, la desigualdad regional y mundial es tan pronunciada, que en muchas situaciones y contextos existen comunidades que no tienen acceso a la educación superior, porque ésta aún sigue siendo un privilegio y no un derecho, como anhelaron los jóvenes en 1918.

En el Centenario de la Reforma, no somos ajenos al sufrimiento humano ni al mandato de la historia. No podemos seguir indiferentes al devenir del orden colectivo, a la lucha por la verdad heroica y al anhelo trascendente de la libertad humana. La Educación Superior debe constituirse desde los liderazgos locales, estatales, nacionales e internacionales, tal y como ahora están aquí representados plenamente.

Desde estos posicionamientos, será posible llevar a cabo una nueva e histórica transformación de la educación superior desde el compromiso y responsabilidad social, para garantizar el pleno ejercicio al derecho a la educación superior pública, gratuita y de amplio acceso.

En consonancia con el cuarto Objetivo de Desarrollo Sustentable (ODS) de la Agenda de Desarrollo adoptada por la UNESCO (2030), instamos a los Estados a promover una vigorosa política de ampliación de la oferta de educación superior, la revisión en profundidad de los procedimientos de acceso al sistema, la generación de políticas de acción afirmativas —con base en género, etnia, clase y capacidades diferentes— para lograr el acceso universal, la permanencia y la titulación.

En este contexto, los sistemas de educación superior deben pintarse de muchos colores, reconociendo la interculturalidad de nuestros países y comunidades, para que la educación superior sea un medio de igualación y de ascenso social y no un ámbito de reproducción de privilegios. No podemos callarnos frente a las carencias y dolores del hombre y de la mujer, como sostuvo Mario Benedetti con vehemencia, “hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio”.

Hace un siglo los estudiantes Reformistas denunciaron con firmeza que en una Córdoba y en un mundo injusto y tiránico, las universidades se habían convertido en el “fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil”. Ha pasado el tiempo y ese mensaje cargado de futuro nos interpela y nos atraviesa como una flecha ética, para cuestionar nuestras prácticas. ¿Qué aportamos para la edificación de un orden justo, la igualdad social, la armonía entre las Naciones y la impostergable emancipación humana?; ¿Cómo contribuimos a la superación del atraso científico y tecnológico de las estructuras productivas?; ¿Cuál es nuestro aporte a la forja de la identidad de los pueblos, a la integridad humana, a la igualdad de género y al libre debate de las ideas para garantizar la fortaleza de nuestras culturas locales, nacionales y regionales?

Es por eso que creemos fehacientemente que nuestras instituciones deben comprometerse activamente con la transformación social, cultural, política, artística, económica y tecnológica que es hoy imperiosa e indispensable. Debemos educar a los dirigentes del mañana con conciencia social y con vocación de hermandad latinoamericana. Forjemos comunidades de trabajo donde el anhelo de aprender y la construcción dialógica y crítica del saber entre docentes y estudiantes sea la norma. Construyamos ambientes democráticos de aprendizaje, donde se desenvuelvan las manifestaciones vitales de la personalidad y se expresen sin límites las creaciones artísticas, científicas y tecnológicas.

La educación superior a construir debe ejercer su vocación cultural y ética con la más plena autonomía y libertad, contribuyendo a generar definiciones políticas y prácticas que influyan en los necesarios y anhelados cambios de nuestras comunidades. La educación superior debe ser la institución emblemática de la conciencia crítica nacional de nuestra América.

Las instituciones de educación superior están llamadas a ocupar un un papel preponderante en la promoción y fortalecimiento de las democracias latinoamericanas, rechazando las dictaduras y atropellos a las libertades públicas, a los derechos humanos y a toda forma de autoritarismo en la región. Expresamos nuestra solidaridad con las juventudes, de nuestra América y del mundo, cuya vida celebramos, y reconocemos, en sus luchas y anhelos, nuestras propias aspiraciones a favor de la transformación social, política y cultural.

La tarea no es simple, pero es grande la causa e ilumina el resplandor de su verdad. Se trata, como profetizó el Manifiesto Liminar, de mantener alto el “sentido de un presagio glorioso, la virtud de un llamamiento a la lucha suprema por la libertad”.

Mujeres y hombres del continente, miremos hacia el futuro y trabajemos sin pausa en la reforma educacional permanente, en el renacer de la cultura y de la vida de nuestras sociedades y pueblos.

Presentada en la asamblea de la III Conferencia Regional de Educación Superior celebrada en la Universidad Nacional de Córdoba, a los 14 días del mes de junio de 2018.

FUENTE: IESALC-UNESCO

EcuadorUniversitario.Com

 

Manifiesto Liminar de Córdoba – 21 de Junio de 1918  

La juventud argentina de Córdoba a los hombres libres de Sud América
Manifiesto de la Federación Universitaria de Córdoba – 1918

Hombres de una república libre, acabamos de romper la última cadena que en pleno siglo XX nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resulto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan. Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana.

La rebeldía estalla ahora en Córdoba y es violenta, porque aquí los tiranos se habían ensoberbecido y porque era necesario borrar para siempre el recuerdo de los contra-revolucionarios de Mayo. Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y -lo que es peor aún- el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. Las universidades han llegado a ser así el fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la Ciencia, frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrático. Cuando en un rapto fugaz abre sus puertas a los altos espíritus es para arrepentirse luego y hacerles imposible la vida en su recinto. Por eso es que, dentro de semejante régimen, las fuerzas naturales llevan a mediocrizar la enseñanza, y el ensanchamiento vital de los organismos universitarios no es el fruto del desarrollo orgánico, sino el aliento de la periodicidad revolucionaria.

Nuestro régimen universitario -aún el más reciente- es anacrónico. Está fundado sobre una especie del derecho divino: el derecho divino del profesorado universitario. Se crea a sí mismo. En él nace y en él muere. Mantiene un alejamiento olímpico. La Federación Universitaria de Córdoba se alza para luchar contra este régimen y entiende que en ello le va la vida. Reclama un gobierno estrictamente democrático y sostiene que el demos universitario, la soberanía, el derecho a darse el gobierno propio radica principalmente en los estudiantes. El concepto de Autoridad que corresponde y acompaña a un director o a un maestro en un hogar de estudiantes universitarios, no solo puede apoyarse en la fuerza de disciplinas extrañas a la substancia misma de los estudios. La autoridad en un hogar de estudiantes, no se ejercita mandando, sino sugiriendo y amando: Enseñando.

Si no existe una vinculación espiritual entre el que enseña y el que aprende, toda enseñanza es hostil y de consiguiente infecunda. Toda la educación es una larga obra de amor a los que aprenden. Fundar la garantía de una paz fecunda en el artículo conminatorio de un reglamento o de un estatuto es, en todo caso, amparar un régimen cuartelario, pero no a una labor de Ciencia. Mantener la actual relación de gobernantes a gobernados es agitar el fermento de futuros trastornos. Las almas de los jóvenes deben ser movidas por fuerzas espirituales. Los gastados resortes de la autoridad que emana de la fuerza no se avienen con lo que reclama el sentimiento y el concepto moderno de las universidades. El chasquido del látigo sólo puede rubricar el silencio de los inconscientes o de los cobardes. La única actitud silenciosa, que cabe en un instituto de Ciencia es la del que escucha una verdad o la del que experimenta para crearla o comprobarla.

Por eso queremos arrancar de raíz en el organismo universitario el arcaico y bárbaro concepto de Autoridad que en estas Casas es un baluarte de absurda tiranía y sólo sirve para proteger criminalmente la falsa-dignidad y la falsa-competencia. Ahora advertimos que la reciente reforma, sinceramente liberal, aportada a la Universidad de Córdoba por el Dr. José Nicolás Matienzo, sólo ha venido a probar que el mal era más afligente de los que imaginábamos y que los antiguos privilegios disimulaban un estado de avanzada descomposición. La reforma Matienzo no ha inaugurado una democracia universitaria; ha sancionado el predominio de una casta de profesores. Los intereses creados en torno de los mediocres han encontrado en ella un inesperado apoyo. Se nos acusa ahora de insurrectos en nombre de una orden que no discutimos, pero que nada tiene que hacer con nosotros. Si ello es así, si en nombre del orden se nos quiere seguir burlando y embruteciendo, proclamamos bien alto el derecho sagrado a la insurrección. Entonces la única puerta que nos queda abierta a la esperanza es el destino heroico de la juventud. El sacrificio es nuestro mejor estímulo; la redención espiritual de las juventudes americanas nuestra única recompensa, pues sabemos que nuestras verdades lo son -y dolorosas- de todo el continente. Que en nuestro país una ley -se dice- la de Avellaneda, se opone a nuestros anhelos. Pues a reformar la ley, que nuestra salud moral los está exigiendo.

La juventud vive siempre en trance de heroísmo. Es desinteresada, es pura. No ha tenido tiempo aún de contaminarse. No se equivoca nunca en la elección de sus propios maestros. Ante los jóvenes no se hace mérito adulando o comprando. Hay que dejar que ellos mismos elijan sus maestros y directores, seguros de que el acierto ha de coronar sus determinaciones. En adelante solo podrán ser maestros en la futura república universitaria los verdaderos constructores de alma, los creadores de verdad, de belleza y de bien.

La juventud universitaria de Córdoba cree que ha llegado la hora de plantear este grave problema a la consideración del país y de sus hombres representativos.

Los sucesos acaecidos recientemente en la Universidad de Córdoba, con motivo de elección rectoral, aclara singularmente nuestra razón en la manera de apreciar el conflicto universitario. La Federación Universitaria de Córdoba cree que debe hacer conocer al país y América las circunstancia de orden moral y jurídico que invalidan el acto electoral verificado el 15 de junio. El confesar los ideales y principios que mueven a la juventud en esta hora única de su vida, quiere referir las aspectos locales del conflicto y levantar bien alta la llama que está quemando el viejo reducto de la opresión clerical. En la Universidad Nacional de Córdoba y en esta ciudad no se han presenciado desordenes; se ha contemplado y se contempla el nacimiento de una verdadera revolución que ha de agrupar bien pronto bajo su bandera a todos los hombres libres del continente. Referiremos los sucesos para que se vea  cuanta vergüenza nos sacó a la cara la cobardía y la perfidia de los reaccionarios. Los actos de violencia, de los cuales nos responsabilizamos íntegramente, se cumplían como en el ejercicio de puras ideas. Volteamos lo que representaba un alzamiento anacrónico y lo hicimos para poder levantar siquiera el corazón sobre esas ruinas. Aquellos representan también la medida de nuestra indignación en presencia de la miseria moral, de la simulación y del engaño artero que pretendía filtrarse con las apariencias de la legalidad. El sentido moral estaba oscurecido en las clases dirigentes por un fariseísmo tradicional y por una pavorosa indigencia de ideales.

El espectáculo que ofrecía la Asamblea Universitaria era repugnante. Grupos de amorales deseosos de captarse la buena voluntad del futuro rector exploraban los contornos en el primer escrutinio, par inclinarse luego al bando que parecía asegurar el triunfo, sin recordar la adhesión públicamente empeñada, en el compromiso de honor contraído por los intereses de la Universidad. Otros -los más- en nombre del sentimiento religioso y bajo la advocación de la Compañía de Jesús, exhortaban a la traición y al pronunciamiento subalterno. (¡Curiosa religión que enseña a menospreciar el honor y deprimir la personalidad! ¡Religión para vencidos o para esclavos!). Se había obtenido una reforma liberal mediante el sacrificio heroico de una juventud. Se creía haber conquistado una garantía y de la garantía se apoderaban los únicos enemigos de la reforma. En la sombra los jesuitas habían preparado el triunfo de una profunda inmoralidad. Consentirla habría comportado otra traición. A la burla respondimos con la revolución. La mayoría expresaba la suma de represión, de la ignorancia y del vicio. Entonces dimos la única lección que cumplía y espantamos para siempre la amenaza del dominio clerical.

La sanción moral es nuestra. El derecho también. Aquellos pudieron obtener la sanción jurídica, empotrarse en la Ley. No se lo permitimos. Antes de que la iniquidad fuera un acto jurídico, irrevocable y completo, nos apoderamos del Salón de Actos y arrojamos a la canalla, solo entonces amedrentada, a la vera de los claustros. Que es cierto, lo patentiza el hecho de haber, a continuación, sesionada en el propio Salón de Actos de la Federación Universitaria y de haber firmado mil estudiantes sobre el mismo pupitre rectoral, la declaración de la huelga indefinida.

En efecto, los estatutos reformados disponen que la elección de rector terminará en una sola sesión, proclamándose inmediatamente el resultado, previa lectura de cada una de las boletas y aprobación del acta respectiva. Afirmamos sin temor de ser rectificados, que las boletas no fueron leídas, que el acta no fue aprobada, que el rector no fue proclamado, y que, por consiguiente, para la ley, aún no existe rector de esta universidad.

La juventud Universitaria de Córdoba afirma que jamás hizo cuestión de nombres ni de empleos. Se levantó contra un régimen administrativo, contra un método docente, contra un concepto de autoridad. Las funciones públicas se ejercitaban en beneficio de determinadas camarillas. No se reformaban ni planes ni reglamentos por temor de que alguien en los cambios pudiera perder su empleo. La consigna de «hoy por ti, mañana para mí», corría de boca en boca y asumía la preeminencia de estatuto universitario. Los métodos docentes estaban viciados de un estrecho dogmatismo, contribuyendo a mantener  a la Universidad apartada de la Ciencia y de las disciplinas modernas. Las lecciones, encerradas en la repetición interminable de viejos textos, amparaban  el espíritu de rutina y de sumisión. Los cuerpos universitarios, celosos guardianes de los dogmas, trataban de mantener en clausura a la juventud, creyendo que la conspiración del silencio puede ser ejercitada en contra de la Ciencia. Fue entonces cuando la oscura Universidad Mediterránea cerró sus puertas a Ferri, a Ferrero, a Palacios y a otros, ante el temor de que fuera perturbada su plácida ignorancia. Hicimos entonces una santa revolución y el régimen cayó a nuestros golpes.

Creímos honradamente que nuestro esfuerzo había creado algo nuevo, que por lo menos la elevación de nuestros ideales merecía algún respeto. Asombrados, contemplamos entonces cómo se coaligaban para arrebatar nuestra conquista los más crudos reaccionarios.

No podemos dejar librada nuestra suerte a la tiranía de una secta religiosa, no al juego de intereses egoístas. A ellos se nos quiere sacrificar. El que se titula rector de la Universidad de San Carlos ha dicho su primera palabra: «prefiero antes de renunciar que quede el tendal de cadáveres de los estudiantes». Palabras llenas de piedad y amor, de respeto reverencioso a la disciplina; palabras dignas del jefe de una casa de altos estudios. No invoca ideales ni propósitos de acción cultural. Se siente custodiado por la fuerza y se alza soberbio y amenazador. ¡Armoniosa lección que acaba de dar a la juventud el primer ciudadano de una democracia Universitaria!. Recojamos la lección, compañero de toda América; acaso tenga el sentido de un presagio glorioso, la virtud de un llamamiento a la lucha suprema por la libertad; ella nos muestra el verdadero carácter de la autoridad universitaria, tiránica y obcecada, que ve en cada petición un agravio y en cada pensamiento una semilla de rebelión.

La juventud ya no pide. Exige que se le reconozca el derecho a exteriorizar ese pensamiento propio de los cuerpos universitarios por medio de sus representantes. Está cansada de soportar a los tiranos. Si ha sido capaz de realizar una revolución en las conciencias, no puede desconocérsele la capacidad de intervenir en el gobierno de su propia casa.

La juventud universitaria de Córdoba, por intermedio de su Federación, saluda a los compañeros de la América toda y les incita a colaborar en la obra de libertad que inicia.

21 de junio de 1918

Enrique F. Barros, Horacio Valdés, Ismael C. Bordabehere, presidente. Gurmensindo Sayago, Alfredo Castellanos, Luis M. Méndez, Jorge L. Bazante, Ceferino Garzón Maceda, Julio Molina, Carlos Suárez Pinto, Emilio R. Biagosch, Angel J. Nigro, Natalio J. Saibene, Antonio Medina Allende, Ernesto Garzón.

FUENTE: Universidad Nacional de Córdoba

Homilía del Papa Francisco en la Misa realizada en Medellín este sábado 9 de septiembre

MEDELLÍN, 09 Sep. 17 / 11:35 am (ACI).- En su primer evento en Medellín, una ciudad conocida por su profunda fe católica, el Papa Francisco preside una Misa en cuya homilía propone tres actitudes fundamentales para el discipulado cristiano.

A continuación, la homilía completa del Santo Padre en el aeropuerto Enrique Olaya Herrera, pronunciada ante una multitud de más de un millón de personas:

“La vida cristiana como discipulado”

Queridos hermanos y hermanas:

En la misa del jueves en Bogotá escuchábamos el llamado de Jesús a sus primeros discípulos; esta parte del Evangelio de Lucas que comenzó con aquella narración, culmina con el llamado a los Doce.

¿Qué recuerdan los evangelistas entre ambos acontecimientos? Que este camino de seguimiento supuso en los primeros seguidores de Jesús mucho esfuerzo de purificación. Algunos preceptos, prohibiciones y mandatos los hacían sentir seguros; cumplir con determinadas prácticas y ritos los dispensaba de una inquietud, la inquietud de preguntarse: ¿Qué es lo que le agrada a nuestro Dios? Jesús, el Señor, les señala que cumplir es caminar detrás de Él, y que ese caminar lo ponía frente a leprosos, paralíticos, pecadores.

Esas realidades demandaban mucho más que una receta o una norma establecida. Aprendieron que ir detrás de Jesús supone otras prioridades, otras consideraciones para servir a Dios. Para el Señor, también para la primera comunidad, es de suma importancia que quienes nos decimos discípulos no nos aferremos a cierto estilo, a ciertas prácticas que nos acercan más al modo de ser de algunos fariseos de entonces que al de Jesús.

La libertad de Jesús se contrapone con la falta de libertad de los doctores de la ley de aquella época, que estaban paralizados por una interpretación y práctica rigorista de la ley. Jesús no se queda en un cumplimento aparentemente «correcto», Él lleva la ley a su plenitud y por eso quiere ponernos en esa dirección, en ese estilo de seguimiento que supone ir a lo esencial, renovarse e involucrarse.

Son tres actitudes que tenemos que plasmar en nuestra vida de discípulos. Lo primero, ir a lo esencial. No quiere decir «romper con todo» romper con aquello que no se acomoda a nosotros, porque tampoco Jesús vino «a abolir la ley, sino a llevarla a su plenitud» (Mt 5,17); ir a lo esencial es más bien ir a lo profundo, a lo que cuenta y tiene valor para la vida. Jesús enseña que la relación con Dios no puede ser un apego frío a normas y leyes, ni tampoco un cumplimiento de ciertos actos externos que no llevan a un cambio real de vida.

Tampoco nuestro discipulado puede ser motivado simplemente por una costumbre, porque contamos con un certificado de bautismo, sino que debe partir de una viva experiencia de Dios y de su amor.

El discipulado no es algo estático, sino un continuo camino hacia Cristo; no es simplemente el apego a la explicitación de una doctrina, sino la experiencia de la presencia amigable, viva y operante del Señor, un permanente aprendizaje por medio de la escucha de su Palabra.

Y esa palabra, lo hemos escuchado, se nos impone en las necesidades concretas de nuestros hermanos: será el hambre de los más cercanos en el texto proclamado, o la enfermedad en lo que narra Lucas a continuación.

La segunda palabra, renovarse. Como Jesús «zarandeaba» a los doctores de la ley para que salieran de su rigidez, ahora también la Iglesia es «zarandeada» por el Espíritu para que deje sus comodidades y sus apegos. La renovación no nos debe dar miedo. La Iglesia siempre está en renovación —Ecclesia semper reformanda—.

No se renueva a su antojo, sino que lo hace «firme y bien fundada en la fe, sin apartarse de la esperanza transmitida por la Buena Noticia» (Col 1,23). La renovación supone sacrificio y valentía, no para considerarse mejores o más pulcros, sino para responder mejor al llamado del Señor.

El Señor del sábado, la razón de ser de todos nuestros mandatos y prescripciones, nos invita a ponderar lo normativo cuando está en juego el seguimiento; cuando sus llagas abiertas, su clamor de hambre y sed de justicia nos interpelan y nos imponen respuestas nuevas. Y en Colombia hay tantas situaciones que reclaman de los discípulos el estilo de vida de Jesús, particularmente el amor convertido en hechos de no violencia, de reconciliación y de paz.

La tercera palabra, involucrarse, aunque para algunos eso parezca ensuciarse o mancharse. Como David o los suyos que entraron en el Templo porque tenían hambre y los discípulos de Jesús entraron en el sembrado y comieron las espigas, también hoy a nosotros se nos pide crecer en arrojo, en un coraje evangélico que brota de saber que son muchos los que tienen hambre, hambre de Dios.

¡Cuánta gente tiene hambre de Dios!, hambre de dignidad, porque han sido despojados! Y me pregunto si el hambre de Dios de tanta gente quizás no venga porque con nuestras actitudes se la hemos despojado.

Y, como cristianos, ayudar a que se sacien de Dios; no impedirles o prohibirles ese encuentro. Hermanos, la Iglesia no es una aduana, quiere las puertas abiertas porque el corazón de su Dios no está no solo abierto, sino traspasado por el amor que se hizo dolor.

No podemos ser cristianos que alcen continuamente el estandarte de «prohibido el paso», ni considerar que esta parcela es mía, adueñándome de algo que no es absolutamente mío. La Iglesia no es nuestra, hermanos, es de Dios; Él es el dueño del templo y del sembrado; todos tienen cabida, todos son invitados a encontrar aquí y entre nosotros su alimento. Todos, y el que preparó las bodas para su hijo manda a buscar a todos, sanos y fuertes buenos y malos, todos.

Nosotros somos simples «servidores» (cf. Col 1,23) y no podemos ser quienes impidamos ese encuentro con Jesús. Al contrario, Jesús nos pide, como lo hizo con sus discípulos: «Denles ustedes de comer» (Mt 14,16); este es nuestro servicio. Comer el pan de Dios, comer el amor de Dios, comer el pan que nos lleva a sobrevivir también.

Bien entendió Pedro Claver, a quien hoy celebramos en la liturgia y que mañana veneraré en Cartagena. «Esclavo de los negros para siempre» fue su lema de vida, porque comprendió, como discípulo de Jesús, que no podía permanecer indiferente ante el sufrimiento de los más desamparados y ultrajados de su época y que tenía que hacer algo para aliviarlo.

Hermanos y hermanas, la Iglesia en Colombia está llamada a empeñarse con mayor audacia en la formación de discípulos misioneros, así como lo señalamos los obispos reunidos en Aparecida en el año 2007.

Discípulos que sepan ver, juzgar y actuar, como lo proponía aquel documento latinoamericano que nació aquí en estas tierras (cf. Medellín, 1968). Discípulos misioneros que saben ver, sin miopías heredadas; que examinan la realidad desde los ojos y el corazón de Jesús, y desde ahí juzgan.

Y que arriesgan, que actúan, que se comprometen. He venido hasta aquí justamente para confirmarlos en la fe y en la esperanza del Evangelio: manténganse firmes y libres en Cristo, porque toda firmeza en Cristo nos da libertad, de modo que lo reflejen en todo lo que hagan; asuman con todas sus fuerzas el seguimiento de Jesús, conózcanlo, déjense convocar e instruir por Él, búsquenlo en la oración y déjense buscar por Él en la oración, anúncienlo con la mayor alegría posible.

Pidamos a través de la intercesión de nuestra Madre, Nuestra Señora de la Candelaria, que nos acompañe en nuestro camino de discípulos, para que poniendo nuestra vida en Cristo, seamos siempre misioneros que llevemos la luz y la alegría del Evangelio a todas las gentes.

La madurez del Ecuador saldrá de las Universidades e Institutos Politécnicos

Fragmento del discurso pronunciado por el Presidente Camilo Ponce Enríquez, el 19 de Mayo de 1959, con motivo de la inauguración de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL).

( …) Al Ecuador, en Quito, en Cuenca, en Guayaquil y en Loja, y en todas partes, le hace muchísima falta diversificar sus disciplinas universitarias. Bien está el bachillerato, bien está que el país cuente con médicos, con abogados. Las profesiones liberales siempre serán un signo de categoría personal y servirán, en suma, para engrandecer el prestigio intelectual de la Patria. Pero no es suficiente y no todos podemos ser médicos, ni todos podemos ser abogados, ni todos podemos ser militares, ni podemos ser sacerdotes; todos tenemos, en conjunto, que contribuir al engrandecimiento del bien colectivo, escogiendo, desde los ángulos de nuestra vocación espiritual, la disciplina que mejor nos convenga; pero para que ello sea factible, el Estado tiene que abrir nuevos cauces, tiene que abrir nuevos canales. Yo abrigo fundada y firme esperanza en que en esta selección que se practica en la República para ir a la diversificación del bachillerato, para conseguir que la vocación individual se aplique, aparte de las profesiones liberales, al estudio de disciplinas científicas y técnicas; yo abrigo la seguridad de que los Colegios Técnicos, de que los Institutos Superiores Politécnicos, van a causar una revolución, revolución que no es sólo necesaria sino indispensable. Sólo cuando el Ecuador tenga, dentro de sus fronteras, capacidades técnicas para explotar sus propias riquezas y confrontar la totalidad de sus problemas, podremos hablar con orgullo de la integración total de la Patria.

Estamos acudiendo al auxilio del crédito exterior para procurar el desarrollo del progreso, para procurar salir de esta etapa que hemos venido a llamar de sub-desarrollo económico y social y alcanzar grados más altos de desarrollo superior. Pero esos auxilios del crédito externo, esos consejos técnicos, esa asistencia técnica que recibimos, son medidas supletorias, necesarias hasta que el Ecuador consiga la plenitud de su madurez y esa plenitud de su madurez habrá de salir de las Universidades y habrá de salir de los Institutos Politécnicos.

El Instituto Politécnico de Guayaquil, consagrando sus energías, sus recursos y su vitalidad a las disciplinas de las Ciencias Exactas, de las Matemáticas, de la Ingeniería Naval, de la Ingeniería de Petróleos, de aquello que es menester cultivar, este Instituto Politécnico Nacional, en bien pocos años empezará a dar frutos dignos del reconocimiento de la Historia y del aplauso de la sociedad. Por eso es para mi Gobierno un motivo de orgullo inaugurarlo; por eso es motivo de orgullo, al agradecer el auspicio del señor Rector de la Universidad (se refiere a la Universidad Estatal de Guayaquil), poner el Instituto naciente en manos de un profesional joven, inteligente, distinguido y enérgico como el señor Ingeniero Camacho Navarro. En manos de él queda el futuro inicial del Instituto Politécnico del Litoral. Él, con su solvencia y su categoría, acompañado del Cuerpo Docente, tendrá que responder ante Guayaquil y el Ecuador del éxito que, no dudo, habrá de conseguir. Porque así sea, expreso mis deseos más sinceros y mis anhelos más formales.

El afán de mi Gobierno, ya en trance de terminar, es un afán integrador y creador. Creo que tengo derecho como exprofesor de una Universidad ecuatoriana, a dejar constancia de mi respeto por la vida universitaria, desde todos los ángulos del ejercicio del Poder. Ceo que debo dejar constancia de que este clima de paz de que ha sido menester rodear a la República, no sólo por la acción del Gobierno, sino por el concurso de la voluntad e inteligencia de los ecuatorianos, es un grandioso marco en que se desarrolla el progreso con mayor intensidad, para que busquemos con mayor ahínco, desde todos los rincones, el fortalecimiento integral de esta subjetividad internacional que se llama el Estado Nacional Ecuatoriano.

Vosotros ecuatorianos; vosotros, hombres de disciplinas científicas y técnicas, tenéis que comprender la trascendencia de la etapa que estamos viviendo; tenéis que ayudarme a compartir la inquietud que vive el Ecuador en este momento, porque el Ecuador o va a seguir ascendiendo y superándose para llegar a la plenitud de su perfeccionamiento como Estado, o va a tener que sacudirse dentro de sí mismo y volver a las viejas épocas de la vorágine, que no crearon nada positivamente bueno para el engrandecimiento de la Patria.

Hombres de pensamiento, hombres de negocios, hombres de acción, rectores de la vida pública, rectores de la vida intelectual, acompañadme todos a formular votos por la grandeza de la Patria y porque este paso que hoy damos, al inaugurar el Instituto Politécnico de Guayaquil, sea un paso de fecundos resultados, que algún día se recuerde como la cooperación del Gobierno a esto que lleva tan dentro de su entraña creadora: al deseo de que el Ecuador sea grade en su totalidad, como Patria y como Estado, como resultado de la grandeza de sus secciones. Yo creo que el paso que ahora damos, es parte de la grandeza de Guayaquil y, siéndolo, es parte de la grandeza de la Patria ecuatoriana.

Consigno mi fe, en que esta tarde, bajo los auspicios de la Universidad de Guayaquil, hemos dado un paso verdaderamente creador para las Instituciones Culturales del País.

EcuadorUniversitrio.Com

La pelea de Washington

¿Hasta qué nivel de desorden y confrontación interna se llegará?

Por: Rafael Poch
La Vanguardia

¿Cómo descifrar la pelea interna del establishment Americano? El escenario de un desorden interno en Estados Unidos, de la primera potencia convertida en un factor mayor de incertidumbre en el mundo, es verdaderamente sorprendente. ¿Hasta qué nivel de desorden y confrontación interna en el país se llegará? ¿Cómo se proyectará todo eso en el mundo?

El inquietante Señor Trump, cuyo sesgo populista-ultraderechista en el orden interno es bien claro y amenazante, quiere cambiar aspectos fundamentales en el partido de la guerra, la política exterior de Estados Unidos. Trump ha dicho que los desastres de Yugoslavia, Irak y Libia fueron aventuras criminales.

Cambio de prioridades

Enfrentándose a Rusia en Occidente y a China en Oriente, Estados Unidos ha suscitado en los últimos años el acercamiento entre esos dos países. “No hay nada más peligroso para Estados Unidos que una alianza firme de esas dos potencias”, dice el conocido estratega del partido de la guerra Zbigniew Brzezinski. Trump quiere invertir la jugada de Kissinger de los años setenta: en lugar de una alianza de Estados Unidos con China contra la URSS, ahora se trataría de una alianza con Rusia contra China.

La desconfianza entre Rusia y China es mutua y profunda, pero el mundo de hoy es diferente del de hace cuarenta años. Tanto Moscú como Pekín han dejado claro que están dispuestos a oponerse militarmente al cerco en sus fronteras más inmediatas (Ucrania/Mar de China meridional), pero ninguno de los dos desea un regreso a la lógica de bloques.

Habría que dejar de amenazar a ambos países, o salir de la lógica de aflojar con uno para mejor amenazar al otro, pero eso parece contrario a la propia naturaleza del partido de la guerra y esperar algo así de Trump está fuera de toda posibilidad.

¿Entonces qué hay detrás de esta pelea?

Resentimiento

El mero cambio de prioridades propuesto por Trump, supone el reconocimiento de un fracaso y la responsabilidad de los cuadros que han dirigido la política exterior-militar de Estados Unidos en los últimos 25 años. Retomar cierta normalidad de relaciones con Moscú contradice una inercia de 70 años en esa belicosa máquina. No habría problema con una Rusia sometida, pero la Rusia de Putin que levanta cabeza (asumiendo riesgos extremos) es culpable de un delito mayor: la derrota sufrida por Estados Unidos en las dos ultimas fallidas operaciones de cambio de régimen: Ucrania y Siria. Por primera vez esas operaciones han sido contestadas militarmente por una potencia, y de momento con éxito, lo que lanza un mensaje muy desestabilizador para la disciplina imperial. Otros podrían seguir el ejemplo en el futuro.

Moscú ha albergado, además, a Edward Snowden, factor del mayor desprestigio de Estados Unidos en décadas, y ha puesto en marcha medios de comunicación efectivos que han roto el monopolio de la propaganda global, contribuyendo al pluralismo. Rusia debía pagar por todo eso, y ahí están las sanciones, la política de precios del petróleo y la tremenda caída del rublo que todos los rusos han notado y que tiene un gran potencial desestabilizador para Putin. Que en ese contexto el nuevo Presidente de Estados Unidos se disponga a entenderse con Rusia es visto como una especie de premio intolerable por la facción del establishment que ha tenido en sus manos las riendas del partido de la guerra. “Son malos perdedores”, ha dicho Vladimir Putin.

Sergei Karaganov, un conocido politólogo ruso que en los noventa era un marcado occidentalista que se tuteaba con todo el establishment de la política exterior de Estados Unidos, dice ahora que la gente de las administraciones de Clinton, Bush y Obama se siente amenazada y embargada por un enorme resentimiento. “Las sanciones no les bastan”, dice. “Temo que intenten organizar provocaciones impeachment y demás”. “Al presidente electo no le iría mal reforzar su escolta”, dice Karaganov. La consideración es interesante por el nivel de pelea que sugiere para el futuro. Hay que prepararse para el escenario de Estados Unidos como mayor factor de incertidumbre. La URSS pasó por ello en su día.

La suma de la lógica de ese resentimiento y de los cambios de prioridad sugeridos por Trump, determinaron que Rusia fuera el chivo expiatorio. La injerencia rusa en las elecciones de Estados Unidos, los kompromats erótico-políticos contra Trump, todo ello sin pruebas en defecto de un Snowden ruso, es una de las mayores tomaduras de pelo desde las armas de destrucción masiva de Sadam Hussein. Llama la atención la pobre factura de todo ello, pero sea cual sea su contenido, no deja de ser una inocentada al lado de la injerencia de Estados Unidos en la política rusa. Después de las revelaciones de Snowden, tampoco es fácil hacer pasar a Rusia y a China como los ogros de los ciberataques, algo que todas las potencias practican pero una, la inventora del género, mucho más que las otras.

EU: La salida de la crisis

El eco de todo esto ha llegado a Europa en una situación sin precedentes. La Unión Europea se encuentra en una “crisis existencial” (son palabras de Juncker). De momento la salida se busca en la “defensa”. La Unión Europea necesita enemigos. Para países como Alemania y Polonia, el enemigo histórico es Rusia. Ambos se rearman contra ella. Se mueven tanques y recursos hacia la frontera rusa. En Francia el asunto chirría. Nadie ha dado demasiado crédito a la leyenda de la injerencia rusa en las elecciones americanas y el presidenciable mejor colocado para ganar las elecciones de mayo, François Fillon, quiere mejorar las relaciones con Moscú, lo que está en la tradición francesa desde el siglo XIX.

Alemania es el país clave –y al que Moscú dedica mayor atención. La canciller Merkel que pasa por ser la gran líder europea se está cargando los tres pilares que rehabilitaron en el concierto internacional a la Alemania de posguerra: la integración europea, el Estado social y la política de distensión hacia Rusia (Ostpolitik), lo que confirma la tesis de la Quinta Alemania. Todo ello está desintegrando la Unión Europea. Que la proyección de esta crisis desintegradora tenga consecuencias militares, no es ningún pronóstico catastrofista: está en la más genuina tradición histórica europea.

Fuente: http://blogs.lavanguardia.com/paris-poch/2017/01/14/la-pelea-washington-94741/

17-01-2017

Crónica de un fraude electoral anunciado

Por: Vicky Peláez
Sputnik

El fraude electoral a través de la historia parece de nunca acabar. Mientras más avanza la tecnología, más sofisticado es el engaño orquestado por los más ricos y poderosos en diferentes puntos del planeta.

«No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho».
(Aristóteles, 384 A.C.-322 A.C.)

En el caso norteamericano, donde en unos días se realizará la elección presidencial, el dinero facilita la tarea de manipular a la opinión pública a través de los medios de comunicación globalizados a su servicio para convertir a la mayoría de sus ciudadanos en unos zombis dispuestos a aceptar la mentira como la verdad y la fantasía como la realidad. En un reciente artículo el ex subsecretario del Tesoro de la administración Reagan, Paul Craig Roberts afirmó, refiriéndose a las denuncias del candidato presidencial republicano, Donald Trump, sobre las ‘encuestas falsas’ y sobre el ‘fraude electoral’ para el próximo 8 de noviembre, que «las elecciones fraudulentas son una tradición norteamericana». La historia electoral del país está llena de millones de muertos que participan en las elecciones, de otros millones que votan más de una vez o cuyos datos son inexactos o incorrectos. Y ni que decir tiene, los frecuentes robos de votos, coacciones, existencia de papeletas confusas o ‘errores programados’ en las máquinas electrónicas de votación.

Los hermanos James y Kenneth Collier, publicaron en 1992 el libro, ‘Votescam: The Stealing of America’ (‘Estafa Electoral: El Robo de EEUU’) donde documentaron el fraude electoral durante los últimos 25 años, especialmente desde el uso de las máquinas electrónicas de votación. Sin embargo, los historiadores nos hacen remontar a los años 1844, 1876, 1880, 1884 etc. para establecer paralelismos de las irregularidades electorales con las de ahora. En 1876, por ejemplo, el candidato Samuel J. Tiden derrotó en el voto popular al republicano Rutherford B. Hayes, pero perdió las elecciones por un voto en el colegio electoral conseguido a la fuerza en Florida. Los norteamericanos posiblemente ya se olvidaron cómo en 1960 el legendario alcalde de Chicago, Richard J. Daley, había manipulado los resultados electorales en Illinois otorgando la victoria final a John F. Kennedy por 8.858 votos sobre Richard Nixon. El periodista Ricardo Martínez de Rituerto escribió en el 2000 que «la carrera electoral de Kennedy y Nixon se resolvió en un final de ‘foto finish’ en el que votaron desde muertos a transeúntes y hasta ciudadanos con cuatro piernas: el elector era acompañado al secreto de la cabina electoral y el mentor se aseguraba de que votaba lo que debía…» En el libro ‘American Pharaoh’, escrito por Adam Cohen y Elizabeth Taylor, un testigo cuenta cómo aquel 8 de noviembre alguien llegó a un colegio electoral y dijo: «Necesitamos 30 votos más». La práctica de ‘robarse’ las elecciones se había repetido en todos los niveles: local, estatal, federal. Un caso notable tuvo lugar en el condado de Miami Dade en 1998, donde una investigación permitió que Joe Carollo ocupara la Alcaldía, cuando supuestamente había perdido las elecciones debido al voto ausente. En el libro, ‘The Best Democracy Money Can Buy’, el periodista de la BBC Greg Palast explicó los procedimientos del fraude en Florida en las elecciones presidenciales en el 2000. El estado de Florida contrató a la empresa DBT por cuatro millones de dólares para que eliminara de la lista electoral a los criminales inhabilitados para votar. La DBT presentó una lista de 94.000 personas, la mayoría afroamericanos y demócratas. Sin embargo, posteriormente se descubrió que 91.000 eran completamente inocentes.

También la Secretaría de Florida informó posteriormente que entre los electores del Estado había 59.019 encarcelados, 17.000 fallecidos y 27.000 personas que habían votado más de una vez. Ya era tarde, pues George W. Bush superó al candidato demócrata Al Gore por 537 votos que dieron la victoria final al Partido Republicano. El fraude había sido consumado. Tampoco todo había sido limpio en las elecciones presidenciales de Barack Obama en 2008, según los observadores republicanos y la investigación realizada por la CNN. Resulta que el candidato Obama recibió el apoyo de la Community Organization for Reform Now (ACORN), que funciona en 100 ciudades en EEUU y tiene unos 500.000 miembros dedicados al apoyo a los más necesitados. Los investigadores llegaron a la conclusión que ACORN registró a miles de personas para que votasen por Obama, muchos de cuales estaban muertos, no existían o tenían una dirección falsa.

El ‘think tank’ Pew Research Center, con sede en Washington, encontró también irregularidades en las elecciones en el 2012, en las cuales fue elegido Barack Obama. Resultó que cada octavo votante registrado no podía emitir su voto. En aquel entonces, más de 1,5 millones de votantes muertos ‘depositaron’ su voto y unos 2,75 millones de habitantes participaron dos veces en la votación. Tomando en cuenta todos estos antecedentes históricos, no son nada extrañas o exageradas las sospechas del actual candidato republicano Donald Trump de que las elecciones del próximo 8 de noviembre puedan ser fraudulentas, especialmente en Chicago, Filadelfia o Saint Louis. También Trump está sospechando que los 51 millones de ciudadanos norteamericanos no registrados (24% de los potenciales votantes) podrían ser utilizados para el robo de votos. Recientemente la organización Project Veritas Action, cuya misión es «investigar y exponer la corrupción, deshonestidad, fraudes», dirigida por el activista conservador James E. O’Keefe III, lanzó el tercer vídeo sobre el fraude electoral confirmando la participación de Hillary Clinton. En el primer vídeo, se muestra cómo los organizadores de la campaña de Clinton están usando la violencia para desacreditar los mítines y reuniones de los partidarios de Trump. En el segundo vídeo, se expone
paso por paso la estrategia del Partido Demócrata para lograr el fraude electoral a favor de Hillary que en general habían usado los demócratas durante los últimos 50 años. Finalmente, en el tercer documento filmado se presentan las comunicaciones electrónicas entre Clinton, la Convención Nacional Demócrata y la ONG American Unites for Change para organizar eventos políticos desacreditando a Trump. También la táctica de ensuciar al candidato rival no es nada nueva para los demócratas. La penúltima vez la usaron contra Mitt Romney en 2012, cuando los medios globalizados lo presentaron como un ‘racista diabólico’, un ‘sexista brutal’ que quiere que las mujeres retornen a la sumisión de los años 50, ‘viejo homofóbico’ etc. Entonces los actuales insultos a Trump, como ‘estúpido’, ‘ignorante’, ‘racista’, ‘sexista’ o ‘delincuente sexual’, ‘vicioso’ es parte del juego electoral incorporado por los medios de comunicación globalizados y corporativos para la promoción del candidato seleccionado por el Sistema o el establishment y la destrucción de su contrincante, que no satisface en este momento las necesidades y las aspiraciones de aquel 1% de los dueños de América. De allí surge el dilema. Ambos candidatos, tanto Hillary como Donald han sido lanzados al ruedo electoral por el sistema con el propósito inicial de utilizar a Trump para facilitar la victoria de Clinton. Sin embargo, los propósitos del sistema podrían variarse debido a la dinámica de la campaña electoral, surgimiento de cambios geopolíticos en el mundo o las condiciones económicas tanto internas como externas y la flexibilidad de adaptación de cada candidato a las nuevas necesidades políticas y las expectativas del momento. Lo que está absolutamente claro es que los dos candidatos trabajan para el mismo 1%, es decir, para el sistema. Basta revisar la actitud de los Rothschild hacia ambos candidatos. En mayo del 2016, Lynn Forester de Rothschild ofreció una cena de 100.000 dólares por persona para recolectar fondos para Hillary Clinton. A la vez, el hombre de confianza de la familia Rothschild, el multimillonario Wilbur Ross organizó un ‘lunch’ que costaba 25,000 dólares el plato para apoyar al candidato Trump. La familia Rockefeller se considera la creadora de Hillary Clinton como una lideresa política. Judicial Watch publicó un memorándum de 1993 de John David Rockefeller IV a Hillary Clinton donde expone los detalles de la Reforma de Salud que posteriormente Hillary Clinton intentó poner en práctica infructuosamente.

A la vez, la familia Rockefeller ayudó a Donald Trump, según el periodista Baxter Dmitry (News, US), a comprar en 1987 el 93% de las acciones del casino Resorts International, creado a comienzos de 1950. El periodista Andrew St. George reveló en ‘The Spotlight’ (30 de octubre 1978) que Resorts International fue controlado por los hombres de las familias Rockefeller y Rothschild y administrado por los agentes de la CIA y Mossad que, en los años 60, usaban el dinero lavado para financiar la lucha contra la Cuba de Fidel Castro. En fin, todo esto demuestra que tanto Donald Trump como Hillary Clinton trabajan para el sistema o como se dice popularmente en EEUU, para los ‘bad guys’. El problema ahora consiste en seleccionar al líder más útil actualmente para el establishment norteamericano. El discurso internacional de Hillary, apodada ‘The Queen of War and Chaos’ está aparentemente cargado de amenazas de guerra. Ella misma se da cuenta de que Estados Unidos no está preparado para una confrontación con Rusia y China. La carta de 88 generales en retiro apoyando a Trump está demostrando que los militares prefieren el tono más moderado, aunque no menos belicoso que el de Hillary.

El candidato republicano declaró recientemente: «Bajo mi administración pondremos fin a la débil política exterior de los últimos ocho años, reconstruiremos nuestras Fuerzas Armadas, le daremos a nuestros soldados reglas de combate claras». Y en una reunión en Phoenix, Trump aclaró, para que nadie se hiciera ilusiones de su aparente pacifismo: «Yo soy más militarista que todos los que están reunidos en la esta sala». Hillary Clinton está amenazando a Venezuela y Donald Trump ya anunció en un mitin en Miami, adoptando la postura de Benito Mussolini, que acabaría con la dictadura de Castro en Cuba y con la de Maduro en Venezuela. También prometió apoyar a «todos los pueblos oprimidos en el hemisferio», lo que sería una referencia a los ecuatorianos y bolivianos en la interpretación tanto de Hillary como de Donald. En resumidas cuentas, como dicen los árabes, los dos candidatos representan el mismo caballo con diferente montura. Las promesas de Trump de revisar los tratados de libre comercio y hacer regresar el trabajo manufacturero e industrial a Norteamérica representan una demagogia, pues todos los tratados están regidos por las leyes internacionales que no se pueden cambiar fácilmente. Para la construcción del muro adicional con México se necesitaría una fuerte inversión, de la cual no dispone la Reserva Federal y México, en su turno, no aportaría ni un centavo. Tampoco le conviene a Washington la salida de EEUU de la OTAN, pues la Unión Europea se acercaría inmediatamente a Rusia, que le aseguraría su seguridad energética. Más: Sanciones antirrusas: dos posibles escenarios tras elecciones en EEUU. Cómo se elige al presidente de Estados Unidos © Sputnik/ Cómo se elige al presidente de Estados Unidos Entonces, tanto las amenazas de Clinton como las de Trump representan una mera retórica diseñada para el consumo interno, en primer lugar, y conteniendo las amenazas para el exterior para el delirio de los zombis nacionales y extranjeros. El fraude real consistirá en la elección del presidente que necesitaría para los próximos años la elite representada por el 1% de la población. Todo lo decidirá el dinero, como lo aseveró en un reciente artículo el escritor argentino José Pablo Feinman, que afirmó que «el dinero es esencial en la política. La política se nutre de dinero. Es el arte de sumar el dinero y convertirlo en poder».

Fuente: https://mundo.sputniknews.com/firmas/201610261064392964-eeuu-fraude/

La influencia de Estados Unidos y la OTAN en las relaciones de la Unión Europea con China

Por: Manlio Dinucci

Al intervenir en un foro internacional, el geógrafo italiano Manlio Dinucci sintetiza su análisis sobre el arsenal que Estados Unidos ha venido acumulando para imponer su voluntad al mundo. Este trabajo reviste especial importancia ya que esa voluntad claramente asumida de dominación y esa organización unipolar del mundo son precisamente lo que Siria, Rusia y China cuestionan hoy por la vía de las armas.

Red Voltaire | Roma (Italia) | 27 de octubre de 2016

Entro de inmediato en el quid de la cuestión. Pienso que no podemos hablar de las relaciones entre la Unión Europea y China sin abordar la influencia que Estados Unidos ejerce sobre la Unión Europea, tanto directamente como a través de la OTAN.
Hoy en día, 22 de los 28 países miembros de la Unión Europea (21 de los 27 después de la salida del Reino Unido) son miembros de la OTAN, reconocida por la Unión Europea como «base fundamental de la defensa colectiva». Y la OTAN se halla bajo el mando de Estados Unidos: el Comandante Supremo de las fuerzas de la OTAN es siempre un general estadounidense nombrado directamente por el presidente de Estados Unidos y todos los demás mandos de la OTAN también están en manos de militares estadounidenses. La política exterior y militar de la Unión Europea se ve así fundamentalmente subordinada a la estrategia estadounidense, tras la cual se alinean las principales potencias europeas.

Esa estrategia, claramente enunciada en los documentos oficiales, es trazada en el momento histórico en que la situación mundial cambia como resultado de la desintegración de la URSS. En 1991, la Casa Blanca declara en la National Security
Strategy of the United States:

«Estados Unidos queda como el único Estado que dispone de una fuerza, de un alcance y de una influencia en todos los aspectos –político, económico y militar– realmente globales. No existe sustituto del liderazgo estadounidense.»

En 1992, en su Defense Planning Guidance, el Pentágono subraya:

«Nuestro primer objetivo es impedir que cualquier otra potencia domine una región cuyos recursos sean suficientes como para engendrar un poderío mundial. Esas regiones incluyen Europa occidental, el Asia oriental, el territorio de la ex Unión Soviética y el Asia sudoccidental.»

En 2001, en el informe Quadrennial Defense Review –publicado una semana antes de la guerra de Estados Unidos y la OTAN contra Afganistán, área de primera importancia geoestratégica en relación con Rusia y China–, el Pentágono anuncia:

«Existe la posibilidad de que surja en la región un rival militar con una formidable base de recursos. Nuestras fuerzas armadas deben conservar la capacidad de imponer la voluntad de Estados Unidos a cualquier adversario, ya sean Estados o entidades no estatales, cambiando el régimen de un Estado adverso o ocupando un territorio extranjero hasta que se alcancen los objetivos estratégicos estadounidenses.»

En base a esa estrategia, la OTAN –bajo el mando de Estados Unidos– ha emprendido su ofensiva en el frente oriental: luego de haber destruido la Federación Yugoslava mediante la guerra, desde 1999 hasta este momento la OTAN ha abarcado todos los Estados del desaparecido Pacto de Varsovia, 3 Estados de la antigua Yugoslavia, 3 de la antigua URSS y dentro de poco abarcará otros (comenzando por Georgia y Ucrania, esta última ya está de hecho en la OTAN), moviendo bases y fuerzas, incluso nucleares, hacia zonas cada vez más cercanas a Rusia. Al mismo tiempo, en el frente sur, estrechamente vinculado al oriental, la OTAN bajo el mando estadounidense destruyó el Estado libio –también recurriendo a una guerra– y también trata de destruir el Estado en Siria.

Estados Unidos y la OTAN hicieron estallar la crisis ucraniana y, acusando a Rusia de «desestabilizar la seguridad europea», arrastraron Europa a una nueva guerra fría, principalmente por voluntad de Washington –y a expensas de las economías europeas, ampliamente afectadas por sanciones y contrasanciones– para destruir las relaciones económicas y politicas entre Rusia y la Unión Europea, [relaciones] nefastas para los intereses estadounidenses. En esa misma estrategia se inscribe el creciente traslado de fuerzas militares estadounidenses hacia la región Asia/Pacífico, con objetivos antichinos. La US Navy anunció que, en 2020, tendrá concentrado en esa región el 60% de sus fuerzas navales y aereas.

La estrategia estadounidense está enfocada hacia el Mar de China Meridional, cuya importancia subraya el almirante Harris, jefe del PaCom (el mando militar estadounidense para el Pacífico): por ahí transitan anualmente 5 000 millardos [1] de dólares en mercancías por vía marítima, incluyendo un 25% de las ventas mundiales de petróleo y un 50% de las ventas de gas natural.

Estados Unidos quiere controlar esa vía marítima en nombre de lo que el almirante Harris define como una «libertad de navegación fundamental para nuestro modo de vida aquí y en Estados Unidos» y atribuye a China «acciones agresivas en el Mar de China Meridional, similares a las de Rusia en Crimea». Así que la US Navy «patrulla» el Mar de China Meridional.

Tras Estados Unidos llegan las principales potencias europeas: en julio pasado, Francia pidió a la Unión Europea «coordinar el patrullaje naval en el Mar de China Oriental para garantizar una presencia regular y visible en esas aguas ilegalmente reclamadas por China». Y mientras Estados Unidos instala en Corea del Sur sistemas «antimisiles» –pero capaces de lanzar también misiles nucleares, como los instalados contra Rusia en Rumania y próximamente en Polonia, además de los que llevan los navíos de guerra desplegados en el Mediterráneo– el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg recibe el 6 de octubre, en Bruselas, al ministro de Exteriores sudcoreano Yun Byung-se para «fortalecer la asociación de la OTAN con Seúl».
Esos hechos y muchos más demuestran que en Europa y en Asia se está aplicando la misma estrategia. Es el intento desesperado de Estados Unidos y las demás potencias occidentales por conservar la supremacía económica, política y militar en un mundo en plena transición, donde están surgiendo nuevos actores estatales y sociales.

La Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), nacida del acercamiento estratégico entre China y Rusia, dispone de recursos y capacidades de trabajo que pueden convertirla en el área de integración económica más grande del mundo. La organización de Shanghai y los países del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) son capaces, con sus organismos financieros, de tomar en gran parte el lugar que actualmente ocupan el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), dos instituciones que durante los últimos 70 años permitieron a Estados Unidos y las principales potencias occidentales dominar la economía mundial mediante préstamos dignos de usureros a los países endeudados y otros instrumentos financieros. Los nuevos organismos pueden concretar a la vez la desdolarización de los intercambios comerciales, con lo cual privarían a Estados Unidos de la posibilidad de transferir a otros países su propia deuda al imprimir el papel moneda utilizado como divisa internacional dominante.

Para mantener su cada vez más tambaleante supremacía, Estados Unidos no sólo utiliza la fuerza militar sino también otras armas a menudo más eficaces que las armas propriamente dichas.

– Primera arma: los llamados «acuerdos de libre comercio», como la «Asociación Transatlántica de Comercio e Inversiones» (TTIP) con la Unión Europea y la «Asociación Transpacífica» (TPP) cuyo objetivo no es solamente económico sino también geopolítico y geoestratégico. Es por eso que Hillary Clinton califica la asociación Estados Unidos-Unión Europea como el «objetivo estratégico más grande de nuestra alianza transatlántica», proyectando una «OTAN económica» que integraría [la OTAN] política y militar.

El proyecto está claro: formar un bloque político, económico y militar Estados Unidos-Unión Europea, también bajo el mando de Estados Unidos, para oponerlo al área euroasiática en ascenso, que a su vez se basa en la cooperación entre China y Rusia; y oponerlo también a los BRICS, a Irán y a cualquier otro país que se sustraiga al control de Occidente.

Como las negociaciones sobre el TTIP encuentran dificultades para avanzar, a causa de las divergencias en materia de intereses y de una amplia oposición en Europa, actualmente tratan de recurrir al «Acuerdo Económico y Comercial Global» (CETA) entre Canadá y la Unión Europea, que no es otra cosa que un TTIP disimulado ya que Canadá es firmante del NAFTA [2] con Estados Unidos. El CETA será probable firmado por la Unión Europea el próximo 27 de octubre, en ocasión de la visita del primer ministro canadiense a Bruselas.

– Segunda arma: la penetración en los países designados como blancos para desintegrarlos desde adentro.

Se recurre para ello a los puntos débiles que todo país puede presentar: la corrupción, el deseo de ganar dinero, el arribismo político, el secesionismo fomentado por grupos de poder locales, el fanatismo religioso, la vulnerabilidad de las masas ante la demagogia política. Apoyándose también, en ciertos casos, en un descontento popular justificado hacia la conducta del gobierno del país.

Los instrumentos de penetración son las llamadas «organizaciones no gubernamentales» (ONGs) que en realidad obedecen al largo brazo del Departamento de Estado y de la CIA, que con enormes medios financieros han organizado las «revoluciones de colores» en el este de Europa y que también trataron de realizar una operación similar en Hong Kong con la llamada «Revolución de los Paraguas» («Umbrella Révolution»), tendiente a fomentar movimientos similares en otras zonas de China pobladas por minorías.
Esas mismas organizaciones operan en Latinoamérica, fundamentalmente tratando de subvertir las instituciones democráticas en Brasil [país miembro del grupo BRICS], saboteando así a los BRICS desde adentro.

Otro instrumento de la misma estrategia son los grupos terroristas, como los grupos armados e infiltrados en Libia y en Siria para sembrar el caos, contribuyendo a la destrucción de Estados enteros que son al mismo tiempo agredidos desde el exterior.

– Tercera arma: las «PsyOps» (Operaciones psicológicas) que se realizan a través de los canales mediáticos mundiales, operaciones que el Pentágono define de la siguiente manera:

«Operaciones planificadas para influir a través de determinadads informaciones sobre las emociones y motivaciones, y por tanto en el comportamiento de la opinión pública, de organizaciones y gobiernos extranjeros, con el fin de inducir o fortalecer actitudes favorables a los objetivos predeterminados.»

Mediante esas operaciones, que acondicionan a la opinión pública para que acepte la escalada belicista, se presenta a Rusia como responsable de las tensiones en Europa y a China como responsable de las tensiones en Asia, acusándolas simultáneamente de «violaciones de los derechos humanos».

Permítanme una última consideración. Por haber trabajado en Pekín en los años 1960, donde contribuimos juntos a la publicación de la primera revista china en italiano, puedo decir que viví una experiencia formativa fundamental en el momento en que China –liberada desde hacía apenas 15 años del control colonial, semicolonial y semifeudal– se hallaba completamente aislada y ni Occidente ni las Naciones Unidas la reconocían como Estado soberano.

De aquel periodo quedaron profundamente grabados en mi recuerdo la capacidad de resistencia y la conciencia de aquel pueblo –por entonces 600 millones de personas– inmerso, bajo la dirección del Partido Comunista, en la construcción de una sociedad con bases económicas y culturales totalmente nuevas. Pienso que aquella capacidad es también necesaria hoy en día para que la China de nuestros tiempos, que está desarrollando su enorme potencial, logre resistir ante los nuevos planes imperiales de dominación, contribuyendo con ello a la lucha decisiva por el porvenir de la Humanidad: la lucha por un mundo sin guerras, donde triunfe la paz indisolublemente vinculada a la justicia social.

FUENTE: Red Voltaire | Roma (Italia) | 27 de octubre de 2016

Moscú revela documentos inéditos de Stalin sobre la guerra civil española

Por: Elena Nóvikova
RBTH

RBTH ha tenido acceso a los inéditos documentos de las Brigadas Internacionales que se conservan en el Archivo Estatal Ruso de Historia Político-Social (RGASPI) y serán presentados al público en noviembre de este año.

Con motivo del 80º aniversario del comienzo de la guerra civil española, el Archivo Estatal Ruso de Historia Político-Social (RGASPI, por sus siglas en ruso) prepara una serie de actos para presentar la colección digitalizada de documentos históricos que fueron trasladados clandestinamente de España a Moscú en camiones y barcos. Se trata de un gran archivo de las Brigadas Internacionales que los especialistas rusos esperan presentar a historiadores e investigadores españoles.

“La digitalización del archivo de las Brigadas Internacionales prácticamente ha terminado y estamos listos para presentarlo al público. Se puede decir, que es un regalo que hemos preparado a nuestros colegas de España y otros países europeos”, comenta a RBTH el director del RGASPI, Andréi Sorokin.

El proceso de digitalización ha durado varios años y para celebrar la finalización de este trabajo el director del RGASPI planea organizar una conferencia internacional dedicada a la Guerra Civil y una exposición que tendrán lugar a principios de noviembre.

En los fondos del RGASPI se han conservado documentos militares del ejército republicano que llevan el sello “secreto” y revelan las posiciones de las tropas republicanas y las del enemigo. El archivo contiene también los decretos firmados por Stalin, los telegramas secretos que se enviaban a Moscú desde el extranjero y una gran colección de cartas, periódicos, dibujos, caricaturas, álbumes y diarios

personales de los voluntarios de más de 50 países que lucharon en España junto a las tropas republicanas.

“Estoy en contra de que los españoles condecoren a la gente de la URSS”

Entre los documentos firmados por el líder soviético, está el decreto de agosto de 1936 sobre el suministro de petróleo a España:

“Considero necesario suministrar petróleo urgentemente a los españoles en condiciones preferenciales y, si hace falta, rebajar el precio. Si los españoles necesitan pan y otro tipo de alimentos hay que venderlos todo esto en condiciones preferenciales”, insistió Stalin.

Según Andréi Sorokin, los documentos conservados por el RGASPI, confirman el hecho de que durante los primeros meses de la Guerra Civil, la URSS intentaba distanciarse de este conflicto al máximo. “La URSS dosificaba su participación en la guerra limitándose, en un principio, a enviar ayuda humanitaria a España. Pero cuando las posturas de otros estados europeos se aclararon, la URSS no solo prestaba ayuda y concedía préstamos, sino también enviaba la técnica militar y a los militares”, comenta Andréi Sorokin.

Otro de los documentos que llama la atención es un telegrama enviado desde México el 31 de diciembre de 1936, en el que se le comunica al dirigente soviético que el Embajador de España en México tiene la intención de condecorar al presidente Lázaro Cárdenas del Río y a otros mexicanos con el Orden de la República Española.

Sin embargo, se dice en el telegrama, el Embajador de España “considera incómodo galardonar a los mexicanos ignorando la URSS” y , por lo tanto, pide la opinión de Stalin al respecto. La respuesta del dirigente soviético fue breve y rotunda: “Estoy en contra de que los españoles condecoren a la gente de la URSS”

Con entusiasmo y romanticismo

El archivo contiene multitud de cartas, dibujos y fotos de los voluntarios de Italia, Alemania, Francia, Checoeslovaquia y otros países que muestran el entusiasmo e

incluso romanticismo con el que ellos percibían la guerra. Entre los documentos se encuentran también los que recogen la vida diaria de los voluntarios en los campos de trabajo en Francia y África, a donde fueron enviados tras la derrota del ejército republicano.

“El archivo contiene miles de documentos e información personal de las Brigadas Internacionales. Es imposible que esta cantidad de documentación no nos lleve a ningún descubrimiento histórico”, afirma el director del RGASPI.

Fuente: http://es.rbth.com/internacional/espana/2016/07/11/moscu-revela-documentos-ineditos-de-stalin-sobre-la-guerra-civil-espanola_610557

Mentiras, espías y la historia que Chilcot se perdió

Yvonne Ridley
Middle East Monitor
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.

El informe de Sir John Chilcot sobre la guerra en Iraq contiene 1,6 millones de palabras y ha necesitado siete años para poder completarse, aunque hay una historia que no aparece en el dosier. Es la historia de cómo dos heroicas integrantes del GCHQ británico (siglas en inglés de la entidad del gobierno que recoge datos a través de escuchas telefónicas) sacrificaron sus carreras y ambiciones intentando parar la invasión de Iraq por parte del país más poderoso del mundo e impedir así la matanza de inocentes.

Una de las mujeres, a la que llamaba “Isabel”, vino a verme después de una concentración contra la guerra en la que intervine celebrada en la Universidad de Bristol. Fue hacia finales de 2002 y había regresado recientemente de una misión de investigación en Iraq, convencida más que nunca de que Sadam no tenía armas de destrucción masiva (WMD, por sus siglas en inglés). Sin embargo, al ser una periodista que se posicionaba contra la guerra, muy pocos de mis colegas de los medios dominantes en Fleet Street querían publicar una historia que decía que no había WMD en Iraq, aunque esta fuera también la conclusión del inspector-jefe de armamento de la ONU, Hans Blix, y de su equipo de expertos.

“Isabel” me entregó un documento muy secreto que resultó ser la mayor y más concluyente filtración de inteligencia desde la II Guerra Mundial. Me preguntaba cómo podría conseguir que llegara a conocimiento de todo el mundo que EEUU estaba tan desesperado presionando a favor de la guerra en Iraq, que estaba dispuesto a utilizar el chantaje para que las personas que se sentaban en el Consejo de Seguridad de la ONU se plegaran a sus deseos.

El documento dejaba muy claro que las agencias de espionaje británicas harían la labor de zapa buscando y desenterrando los trapos sucios de los miembros del Consejo que pudieran utilizarse después contra ellos para asegurar sus votos a favor de la guerra. Era algo tremendo.

Toda esa información estaba contenida en un correo que la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU (NSA, por sus siglas en inglés) dirigía a la sede del GCHQ. Las agencias de espionaje británicas recibían la orden de sus colegas estadounidenses de que espiaran a todos los miembros del Consejo de Seguridad para intentar averiguar cuál iba a ser su voto para el caso de que Bush y Blair buscaran la aprobación de las Naciones Unidas para su guerra en Iraq.

Cuando “Isabel” me entregó el documento yo estaba trabajando como periodista independiente y automáticamente pensé que el mejor lugar para colocarlo sería en el Daily Mirror, que era uno de los pocos rotativos de Fleet Street, bajo su editor Piers Morgan, que había adoptado una posición en contra de la guerra. Las historias de inteligencia son siempre difíciles de probar y, sin comprometer a mis contactos en el GCHQ, no podía aportar al Mirror nada más que el correo original, aunque había utilizado un contacto en la inteligencia para verificar su autenticidad.

Los tambores de guerra estaban sonando cada vez más fuerte cuando me lo devolvieron con una decisión decepcionante: el Mirror no iba a sacarlo. Vista a posteriori, la historia era tan enorme que debía haber ido directamente a Morgan para intentar persuadirlo de que la publicara.

Para entonces estábamos ya a principios de febrero, y comprendiendo que tenía una vida útil limitada, contacté con un antiguo colega del Observer y le expliqué lo que había. Me reuní con Martin Bright en un pequeño café del West End londinense y supe de inmediato que él iba a hacer cuanto pudiera cuando captara la importancia del documento.

Bright necesitó de tres semanas enteras, con la ayuda del entonces corresponsal para temas de defensa del Observer, Peter Beaumont, y del editor de la sección de EEUU, Ed Vulliamy, para defender la historia y persuadir al editor, Roger Alton, de que la publicara. No fue sino hasta años después cuando descubrí que el editor político, Kamal Ahmed, hizo cuanto pudo para persuadir a Alton de que rechazara la exclusiva.

Hubo incluso intentos de destruir mi reputación personal como periodista y recordatorios que bordeaban la histeria sobre el bochornoso paso en falso dado por el Sunday Times en la década de 1980 con el fraude de los “Diarios de Hitler”, pergeñándose un plan desesperado para disuadir a Alton de que no utilizara la historia, pero él siguió adelante y la primicia viajó pronto por todo el mundo. Lamentablemente, días después, Iraq era invadido y los titulares de la operación de “Conmoción y Terror” anegaron la historia. Ahora está prácticamente olvidada pero a menudo me pregunto si no habría podido alterar el curso de los acontecimientos si hubiéramos conseguido que apareciera a primeros de febrero de 2003.

La mujer que me entregó el documento –“Isabel”- y su colega, Katharine Gun, una traductora de mandarín de 29 años que también trabajaba en el GCHG en Cheltenham, fueron arrestadas. Cuando la policía asaltó y registró sus hogares, “Isabel” me envió un mensaje; me encontraba en aquel momento en Bahréin y envié a Bright un sms que simplemente decía: “Ya se armó la gorda”.
Recordando los acontecimientos de cinco años antes, Martin Bright escribió en el New Statesman: “El correo lo enviaba un individuo con un nombre directamente sacado de un thriller de Hollywood, Frank Koza, que dirigía la sección de “objetivos regionales” de la Agencia de Seguridad Nacional, el equivalente estadounidense del GCHQ. Nombraba seis naciones que debían ser objeto de la operación: Chile, Pakistán, Guinea, Angola, Camerún y Bulgaria. Estas seis supuestas “naciones impresionables” eran miembros no permanentes del Consejo de Seguridad cuyos votos eran vitales para conseguir que la resolución se aprobara”.

Según Bright: “Más tarde se supo que también se había presionado a México debido a su influencia sobre Chile y otros países de Latinoamérica, aunque no se mencionaba en la comunicación. Pero la operación fue mucho más amplia; de hecho, sólo se aludía específicamente a Gran Bretaña como país exento de la ‘oleada’”.

Demostrar que el documento era auténtico resultó ser la tarea más difícil, y los periodistas blairistas incrustados en la redacción del Observer continuaron susurrando en el oído del editor teorías de la conspiración, falsificaciones rusas e incluso un escenario de doble farol de los jefes de espionaje del GCHQ para purgar a los traidores.

Al final, Vulliamy telefoneó simplemente a la sede de la Agencia Nacional de Seguridad en Maryland y pidió hablar con el autor del correo. En cuestión de segundos le pasaron con la oficina de Frank Koza y él mismo se puso al teléfono. Aunque se negó a comentar la historia, la llamada demostró que Koza existía y que no era fruto de una invención de los espías del Kremlin.

La historia se publicó el 2 de marzo de 2003, pero ya había quedado claro que el presidente de EEUU iba a ir a la guerra pasara lo que pasara, y que estaba dispuesto a pasar del apoyo de la ONU. Gracias a Chilcot, ahora sabemos que Blair le había dado ya su apoyo incondicional a Bush en septiembre de 2002.

Gun e “Isabel” fueron arrestadas por presuntos delitos en virtud del Acta de Secretos Oficiales, pero el fiscal general de aquella época, Lord Goldsmith, desistió de la demanda en la onceava hora del 26 de febrero de 2004. De haber seguido el caso adelante, habría sido una historia sensacional a la vez que embarazosa para EEUU y Gran Bretaña. Ahora me pregunto si esa es la razón de que Chilcot decidiera ignorar la historia, que en parte ha vuelto a contar Bright. Los intríngulis de lo que pasó en la redacción del Observer los aportó con más detalle el galardonado periodista Nick Davies. Decidió romper con la norma tácita de Fleet Street investigando a sus propios colegas para exponer cómo los medios dominantes subvierten la verdad.

En su libro “Flat Earth News”, Davies nos ofreció una crítica mordaz de los medios de comunicación; no sólo de algunos, sino de todos ellos. Lo más duro lo reservó para Kamal Ahmed, el hombre que –sin ninguna experiencia anterior- fue nombrado
editor político del Observer una vez que Patrick Wintour se trasladó al Guardian. El más obviamente cualificado, Andy McSmith, fue ignorado por el nuevo editor, Roger Alton, cuyas simpatías estaban por lo general con la derecha. Según Davies, tanto Alton como Ahmed eran receptivos a las manipulaciones sin fin de Downing Street, lo que dio lugar a historias carentes de sentido crítico sobre los “hallazgos” del ya tristemente célebre “sórdido dosier”.

Hubo otras mentiras escandalosas que se publicaron sobre las supuestas conexiones de Sadam con Al-Qaida y su arsenal de WMD. Periodistas como yo misma, que apoyábamos el movimiento contra la guerra, y personas como Blix y el republicano estadounidense Scott Ritter, fuimos demonizados y ridiculizados por defender una narrativa que difería de la del lobby proguerra.

Los medios de comunicación británicos y estadounidenses fueron manipulados por tipos que estaban dentro de las redacciones y bajo los campos de influencia de Bush y Blair, manipulaciones como las que podemos ver que prosiguen hoy en los ataques contra el líder antibelicista del Partido Laborista Jeremy Corbyn. El lobby proguerra parece estar infectando todos los ámbitos de la vida, incluidos los medios de comunicación y el gobierno.

No sé si a Chilcot le han persuadido de que ignore la historia de la filtración del GCHQ o simplemente la ha pasado por alto, pero como la denunciante Kathryn Gun escribe aquí, fue una oportunidad perdida. Al menos, es una advertencia que nos previene sobre la clase de medidas desesperadas que los gobiernos estadounidense y británico están dispuestos a emprender con tal de conseguir lo que quieren, especialmente en los asuntos relativos a Oriente Medio. Si eso implica chantajear, espiar e interceptar las comunicaciones privadas de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, hay un montón de tipos tanto en Washington como en Londres realmente dispuestos a hacerlo.

Yvonne Ridley es una periodista británica y activista del Respect Party.
Fuente: https://www.middleeastmonitor.com/20160710-lies-spies-and-the-story-chilcot-missed/

Notas marginales sobre el informe Chilcot y los crímenes de Estado

Por: Rosa Guevara Landa
Rebelión

1. Brevemente, para situarnos y tomando pie en el artículo de la imprescindible y admirada Amy Goodman y de Denis Moynihan (“La guerra de Irak y las mentiras en que se basó siguen generando polémica” [1]): 1. Se ha dado a conocer un devastador informe sobre la activa participación del Reino Unido en la invasión y ocupación de Irak. 2. A día de hoy continúan buscándose entre los escombros los cuerpos de las personas fallecidas en el peor atentado suicida con camión bomba que tuvo lugar la semana pasada en Bagdad desde el inicio de aquella funesta guerra en 2003. 3. “El informe Chilcot” -por su principal investigador y autor, Sir John Chilcot- fue encomendada en 2009 por el entonces primer ministro Gordon Brown. Sir J. Chilcot dio a conocer el informe de 6.000 páginas el pasado miércoles 6 de julio, tras siete años de trabajo. 4. En el informe ofrece una larga lista de críticas al ex primer ministro Blair. Deja al descubierto de qué manera se exageró la amenaza que suponían las presuntas armas de destrucción masiva de Saddam Hussein. También la inquebrantable y servil lealtad que Blair demostró al presidente Bush II. Del comunicado que acompañó a la publicación del informe: “Ahora resulta claro que las políticas sobre Irak se elaboraron sobre la base de información de inteligencia y valoraciones infundadas que no fueron contrastadas”. ¿Antes no? 5. Muchos ciudadanos, entre ellos referentes parlamentarios del propio Partido Laborista, piden que Blair sea llevado a juicio por crímenes de guerra (Julio Anguita se ha manifestado en los mismos términos). 6. A la invasión y posterior ocupación se destinaron miles de millones de dólares, y se destinarán o dicen que se destinarán miles de millones más para el cuidado de por vida de los veteranos heridos y emocionalmente afectados. Sin embargo, se reconoce en el informe, “la mayor e incalculable pérdida es la que ha sufrido el pueblo iraquí”. 7. De las varias iniciativas para contabilizar la cifra de víctimas fatales de la guerra: el número más bajo de los estimados se ubica entre los 160.000 y los 180.000 fallecidos [2].

2. De uno de los diarios más conservadores, más establishment y más neoliberales del mundo (El País): “El informe Chilcot sobre la participación de Reino Unido en la guerra de Irak, presentado el miércoles (6 de julio), viene a dar la razón a los millones de personas que durante la primavera de 2003 se manifestaron en las calles de todo el mundo condenando la acción militar”. ¿Se acuerdan de los que decían de nosotras entonces? ¿Desinformadas, locas, irresponsables, buenistas sin seso, aliadas inconscientes de un dictador, descerebradas, etc?

3. Más del editorial: “Según la minuciosa investigación iniciada en 2009, los motivos del ataque e invasión de Irak fueron falsificados y los gobiernos implicados en la toma de decisiones ocultaron que no se habían agotado todas las opciones antes de recurrir a la guerra”. Uno de esos gobiernos: el gobierno español.

3.1. Presidente de gobierno en aquellos años: José María Aznar. Uno de los vicepresidentes del gobierno: Mariano Rajoy, el actual presidente en funciones. ¿Va, puede seguir siendo un político profesional así presidente de gobierno?

3.2. Observaciones del presidente en funciones: no ha leído el informe y, además, ha añadido, todo sucedió hace 13 años. Ya está… A otra cosa. No molesten.

4. ¿Cuántas personas han muerto realmente, cuántas han sido asesinadas o viven en las más absoluta desesperación por esa decisión de Bush-Blair-Aznar-Barroso?

5. ¿Alguien recuerda, es oportuno señalarlo, las sesudas reflexiones sobre la tercera vía del “laborista” Mister Blair?

5.1. ¿Cabe creer alguna palabra que salga de la boca de un político profesional tan capaz de todo? ¿Quién puede creerse sus lamentos?

5.1.1. ¿Monumentos en su honor? ¿Páginas en los libros de historia?

6. ¿Son o no son los cuatros actores principales (Bush, Blair, Barroso, Aznar), principales pero no los únicos de esta barbarie, criminales de guerra?

6.1. Tras el informe, ¿deberíamos emprender una iniciativa seria para que personas como Bush, Blair o Aznar, rindan cuentas por la muerte y la destrucción que siguen teniendo lugar en Irak y en otras partes del mundo?

7. En un blog que lleva por nombre Del alfiler al elefante ”Este blog se ocupa principalmente de temas internacionales, con especial referencia a Europa y a la política exterior española. Pero también a Estados Unidos, Oriente Próximo, China y todo cuanto venga a cuento de la conversación con los lectores. ‘Del alfiler al elefante’ es un homenaje a Manuel Vázquez Montalban», Lluís Bassets, el subdirector del global, ha publicado “Buenismo belicista”[1]. Algunas observaciones:

7.1. “Estrictas novedades, pocas. Muchas confirmaciones. Las peores sospechas han quedado dramáticamente demostradas: no había base legal para invadir Irak, no existía evidencia alguna sobre las armas de destrucción masiva, la preparación de la guerra y de la posguerra fue deficiente, en ningún caso la guerra fue el último recurso. Quienes se opusieron a la segunda guerra de Irak tenían toda la razón y el Informe Chilcot ha venido ahora a remacharlo con una detallada indagación que constituye todo un pesadísimo alegato, al menos político, contra Tony Blair”. Queda dicho, conviene no olvidar en tres mess.

7.2. ”Como todos sabían y ha sido sobradamente documentado, Bush decidió terminar con Saddam Husein primero y buscar los argumentos y las bases legales después”. Blair, señala Bassets, fue quien más le ayudó en la faena; de ahí el título de ‘caniche de Bush’. ¿Por qué entonces los insultos contra quienes señalaron en su momento esa dependencia y el núcleo de esas decisiones? ¿Estúpidas izquierdistas era designación adecuada?

7.3. ”No fue el único: Aznar, que sale numerosas veces citado de pasada en el informe, fue el caniche del caniche. Pero el caso de Blair es especialmente grave, por su prestigio como líder de la Tercera Vía y su sobrada experiencia política, que contrastaba con la bisoñez de Bush, y porque además comprometió a su país, su ejército, sus servicios secretos y sus instituciones, incluida la BBC, en la construcción del castillo de sofismas y falsedades de la causa belicista. Tras los atentados del 11-S Blair estaba totalmente decidido a apoyar a Bush”. ¿Y cómo llegó a engañarnos a tantas con sus aires de socialista renovador? ¿Qué renovaba? ¿Quiénes eran realmente los paleo-paleto-socialistas? ¿Ser caniche del caniche es excusa para irse tranquilo a casa? ¿NO se dijo entonces que se jugaba en la Champions?

7.4. Cierto, señala el subdirector, “que también lo intentó todo para evitar una decisión unilateral, buscar cobertura legal de Naciones Unidas e incluso agotar los caminos diplomáticos y las inspecciones sobre la existencia de las famosas armas de destrucción masiva que ya no existían”. ¿Lo intentó todo? ¿Qué todo intentó? ¿No se está siendo demasiado generosos con alguien de la bajura poliética de Blair? ¿No estamos disculpándolo?

7.5. La confusión que algo queda: ”El Informe Chilcot es un auto de acusación abrumador, especialmente en los aspectos más políticos, que cae en un momento especial de la política británica y extiende un enorme interrogante sobre las decisiones del ejecutivo, la responsabilidad de sus primeros ministros y su capacidad para manipular la opinión pública. Las evidencias sobre una de las peores decisiones de la historia británica como es la entrada en la guerra de Irak llegan con una extensa conciencia británica e internacional de que Reino Unido acaba de tomar otra de sus peores decisiones históricas, como es abandonar la Unión Europea; dos reveses de graves consecuencias geopolíticas separados solo por trece años”. ¿Y qué tendrá que ver una y otra cosa? ¿Por qué mezclar la gasolina criminal y una decisión de salida de estas características?

7.6. El único argumento de Blair, señala Bassets, es de una debilidad portentosa. ¿Argumento, eso es un argumento? “Pide disculpas, expresa su pesar, pero se niega a admitir que mintió, porque lo hizo de buena fe: maquiavelismo de buena fe, en definitiva. Blair se vio revestido con los hábitos de Churchill para combatir al lado de Estados Unidos el nazismo del siglo XXI, representado por Saddam Husein, en mitad de la mayor soledad europea. Solo una extraña combinación de arrogancia y autoindulgencia le permite cerrar los ojos ante las consecuencias: los soldados muertos, un país entero destruido, un terremoto político cuyas consecuencias llegan hasta ahora mismo con el Estado Islámico y la crisis de los refugiados. ¿Todo por la cabeza de Saddam? No, todo por la relación especial con Estados Unidos, la misma relación que el Brexit ha venido a erosionar”. De nuevo el Brexit. Lo que cuenta realmente: ¿qué es eso del argumento de la buena fe? ¿Alguien se lo puede creer? ¿Más mentiras sobre mentiras? ¿Combatir al lado de Estados Unidos contra el nazismo sin citar a la URSS? ¿Y que tendrá que ver la lucha antifascista y antinazi de la II Guerra con la destrucción criminal de un país y de sus pobladores? ¿Eran inventadas las políticas criminales y expansionistas de la Alemania nazi? [3]

No sé si Manuel Vázquez Montalbán hubiera vibrado con este análisis del subdirector de El País publicado en una columna que recuerda las que él publicaba en el vespertino Tele/Express y que muchas devorábamos todas las tardes, aprendiendo, recortándolas, archivándolas y tomando notas.

Notas:

[1] http://blogs.elpais.com/lluis_bassets/2016/07/buenismo-belicista.html
[2] Como sostiene el detallado anexo histórico que acompaña al informe Chilcot, la
cosa viene de lejos: “Para asegurar ese petróleo para Gran Bretaña, en la primavera de 1914, el Primer Lord del Almirantazgo, Winston Churchill, adquirió para el Gobierno Británico el 51% de las acciones de la Anglo-Persian Oil Company o Compañía de Petróleos Anglo-Persa”. Y fue así como todo un siglo de ocupación, explotación, represión, violencia y dolor se ha grabado a fuego en la vida de los iraquíes y en la historia de Irak
[3] Un ejemplo a no olvidar: Ramadani nació en Irak pero vive en Londres desde que se convirtió en un exiliado del régimen de Saddam Hussein. Durante mucho tiempo se ha dedicado ha impulsar el movimiento contra la invasión y la ocupación de Irak, pero también contra las devastadoras sanciones que las precedieron. Poco después de que el informe Chilcot fuera dado a conocer, dijo en “Democracy Now!”: “Irak, como sociedad, como Estado, fue destrozado de la manera más cruel desde la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam, con tácticas como la llamada de ‘conmoción y pavor’ y con crímenes en masa a una escala indescriptible. El verdadero objetivo no era sacar al dictador, sino controlar Irak. Y al no poder controlarlo, lo destruyeron, al igual que están haciendo con Libia, con Siria y demás. Esto entra en esa escala. Pero la peor de las tragedias es la pérdida de vidas”.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.