46 de los 54 estudiantes de la carrera de medicina de la Universidad Cristiana Latinoamericana, suspendida el 12 de abril por falta de calidad académica, aceptaron el cupo facilitado por el Plan de Contingencia para continuar sus estudios en la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, ESPOCH. Ellos recibieron la bienvenida de las autoridades, junto a otros 158 estudiantes más, inscritos en el Plan.
Los estudiantes de los últimos niveles de medicina de la UCL venían pagando 1400 dólares por semestre en su centro de estudios, mientras que ahora se beneficiarán de la gratuidad obtendrán un título –si aprovechan esta oportunidad- otorgado por una universidad categoría A.
Los y las estudiantes de la universidad suspendida definitivamente recibían una educación deficiente, por lo que no lograron ser ubicados en los niveles inmediatos superiores como lo hubieran deseado. Esto se desprende de las evaluaciones desarrolladas en las universidades Central, UTE, UTA (Ambato), ULEAM, Técnica de Manabí y Universidad de Cuenca. En la Universidad Tecnológica Equinoccial, su decano dio cuenta de alarmantes notas promediales de 3 y hasta 2 sobre 10 en materias básicas como Anatomía, Histología y otras.
El Dr. Romeo Rodríguez, Rector de la ESPOCH, dijo sentirse complacido por colaborar con el Plan de Contingencia y agregó que es “un honor poder contribuir al desarrollo del país, a la mejora de la calidad de la educación, por alcanzar la excelencia de los y las estudiantes”. Además, Lilia Peralta, Vicedecana de la Facultad de Salud Pública de la ESPOCH comentó que el involucramiento con el Plan de Contingencia ha sido total, todos los estamentos de la universidad han trabajado para alcanzar la finalidad propuesta con el apoyo absoluto del CES.
El estudiante de medicina de la suspendida UCL, Gustavo Castillo, dijo: “me siento muy contento debido a que esta universidad (ESPOCH) ha recibido a todos sin excepción (…) es interesante que haya más de una alternativa para que podamos elegir a qué universidad podemos postular”. Asimismo, uno de sus compañeros, Andrés Terán, afirmó: “nunca sentí discriminación alguna, siempre hubo alguien que me dé la mano”, refiriéndose al CES y la atención particular a su caso.
Siendo coherentes con esta responsabilidad, el CES ha logrado ubicar con un cupo en universidades categoría A y B a 33.442 estudiantes, es decir el 92% de quienes se inscribieron en el Plan, “víctimas de la mayor estafa académica de las últimas décadas” a decir de las autoridades de Educación Superior. 3.427 estudiantes más han recibido ayuda del Plan con toda su documentación pero decidieron autogestionar sus cupos y convalidación.