Incorporemos a las pesquerías

Por: Gretchen Kalonji | Wendy Watson-Wright

Pueden no ser atractivos como las focas o coloridos como el pez payaso, pero juegan un papel crucial en la protección de los océanos. Los científicos se refieren a ellos como “especies claves”: quítelos de la parte superior de la cadena alimentaria y toda la red alimentaria colapsará.

Nos referimos a los tiburones, por supuesto. A diferencia de técnicas humanas de pesca que tienden a no discriminar entre especímenes enfermos y sanos, los tiburones son selectivos: escogen la presa debilitada, contribuyendo así a preservar saludables las poblaciones de peces y el fortalecimiento del acervo genético. Manteniendo estos controles, evitan la sobrepoblación alrededor de los arrecifes de coral. Incluso su comportamiento intimidatorio tiene un propósito ecológico. Científicos en Hawai (Estados Unidos) descubrieron que en ausencia de tiburones Tigre patrullando, las tortugas sobrepastan las hierbas marinas hasta que estas son destruidas. Cuando su depredador regresa, las tortugas pastan en un área más amplia.

El público tiende a percibir los tiburones como devoradores de hombres, sin embargo, los ataques de tiburones a los seres humanos son poco frecuentes: alrededor de 100 se registran cada año, algunos de ellos fatales. Los seres humanos representan mucho más una amenaza para los tiburones que a la inversa: el 17% de más de 1.000 especies de tiburones evaluadas están amenazadas por la pesca y la captura incidental, según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. La creciente popularidad de la sopa de aleta de tiburón ha fomentado la cruel práctica de cercenar las “aletas al tiburón”, para lo cual se cortan las aletas de un tiburón vivo que luego se deja morir en agonía. Se estima que 26–73 millones de tiburones son asesinados cada año para abastecer el mercado mundial de aletas de tiburón.

Afortunadamente, existe una creciente toma de conciencia del valor de los tiburones para la salud de nuestros océanos. Un Memorando de Entendimiento sobre la Conservación de los Tiburones Migratorios se concluyó en 2010 en el marco de la Convención de la ONU sobre las Especies Migratorias (CMS).

El pasado septiembre, 50 países signatarios adoptaron un nuevo plan de conservación para catalizar las iniciativas regionales. Fundamentalmente, representantes industriales, ONGs y científicos participarán en la ejecución del plan. Los convenios internacionales son una herramienta esencial para la protección de la biodiversidad marina, dado la falta de barreras físicas en el océano para concentrar especies en una sola zona. La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) fue adoptada en 1973, seguida de la CMS en 1979, y el Convenio sobre la Diversidad Biológica en 1992. Es importante destacar que estos convenios actualmente están trabajando con la industria para incitar la adopción de prácticas más sostenibles.

Un Anteproyecto para El Océano y la Sostenibilidad de las Zonas Costeras proporcionó a la Tercera Cumbre de la Tierra (Río+20) en junio pasado un valioso aporte para el trazado de una hoja de ruta con el objetivo de combinar la conservación con el enverdecimiento de la economía azul. Esta publicación interagencial fue producida por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO, en conjunto con la FAO, la OMI y el PNUD.

La historia comienza al dorso evaluando las implicaciones para la biodiversidad marina de la trasgresión de los límites planetarios debido a los cambios humanos inducidos en el sistema climático, la contaminación y acidificación de los océanos, así como más amenazas directas como las especies invasoras, la sobrepesca y la destrucción de hábitat. Después, se esboza una estrategia para proteger la biodiversidad de daños irreparables.

Gretchen Kalonji | Wendy Watson-Wright
Subdirectora General para las Ciencias Naturales
Wendy Watson-Wright
Subdirectora General y Secretaria Ejecutiva de la COI
Tomado de Un Mundo de Ciencia de la UNESCO/ Vol. 10 No 4 – Octubre-Diciembre 2012

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