La universidad debe generar conocimiento científico

 

La universidad es el ámbito donde las sociedades modernas deben generar conocimiento científico en todas las facultades  y escuelas. Para lograrlo, sus profesores -a más de dominar la teoría de su especialidad- deben conocer, sin excepción, los fundamentos de la investigación: su metodología, sus objetivos, sus instrumentos, sus bases teóricas, su manera de llegar a principios, leyes y teorías en el área de su competencia. Claro está, el alumno universitario primero debe familiarizarse -con la guía de sus maestros- con los fundamentos teóricos de su área de estudio y luego con los instrumentos de investigación.  Cuando esté suficientemente capacitado en su especialización  deberá emprender en los procesos de investigación bibliográfica, en la planificación, en la investigación de campo y finalmente, en la elaboración de conclusiones que conduzcan a alguna forma de principios, leyes o teorías sobre un asunto específico investigado. Solo a través de informes de investigación científica en cada área, se puede llegar a la teorización correspondiente, que tanta falta nos hace  en los países subdesarrollados y dependientes.

Es clamoroso la incapacidad de teorización que impera en profesores y estudiantes. Visto al revés: esa es la superioridad manifiesta de los países desarrollados: su gran versatilidad para elaborar teorías -incluso muchas de ellas falsas o mal investigadas.

La era del magíster dixi fue superada en Europa a fines del siglo XIX. Pero aquí todavía es practicado y venerado muy escolásticamente.

Cuando el estudiante investiga está haciendo  autoaprendizaje. Cuando el profesor le facilita los procesos e instrumentos de la investigación está haciendo vida universitaria. Los profesores que transmiten teorías inconsistentes y verbalistas solo están completando las deficiencias  del aprendizaje secundario. La originalidad, la iniciativa, la práctica eficiente de la investigación  constituye  autoaprendizaje.

Es un lugar común, al menos en los medios académicos calificados, que las universidades deberían ser, a un tiempo unidades de educación y  centros de investigación científica.

Es un error suponer que las universidades pueden funcionar con buenos niveles de enseñanza sin dedicarse a la investigación.

Ecuador Universitario