El Estado ecuatoriano, a través del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) y de la Delegación Permanente del Ecuador en la sede de la UNESCO en París, solicitó asistencia técnica a la Secretaría de la Convención de 2003 para la Salvaguardia del patrimonio Cultural Inmaterial, a los fines de una evaluación que permita generar una solicitud de asistencia financiera para la rehabilitación económica de las manifestaciones de patrimonio inmaterial, en los territorios afectados por el terremoto del 16 de abril.
En el marco de esta iniciativa de cooperación aprobada por el Comité Intergubernamental de la Convención de 2003, la Oficina de la UNESCO en Quito y Representación para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, en cooperación con el INPC, organizaron una misión de asistencia técnica integrada por Fabián Bedón, Coordinador de Proyectos del Sector Cultura de esta Oficina, Adriana Molano, Consultora de la Convención de 2003, Holger García, Director Regional del INPC en Manabí y Gabriela Guevara, Antropóloga Regional del INPC en Manabí.
Esta misión realizó del 4 al 8 de agosto, un recorrido por las localidades afectadas de Manta, Montecristi, Portoviejo, Pile, San Lorenzo, El Aromo, La Sequita, y Portoviejo, con el propósito de establecer lineamientos para la resiliencia y cohesión social según los objetivos de la Convención de 2003, sustentado la mencionada solicitud de asistencia financiera sobre la base de las necesidades en territorio.
Los resultados de esta misión apuntaron a las siguientes sugerencias: valoración de los procesos constructivos locales, formulación de planes de salvaguardia de las manifestaciones de patrimonio inmaterial en riesgo, desarrollo de programas de participación y fortalecimiento de capacidades locales para la cohesión social y resiliencia en los territorios afectados, y procesos de registro e inventarios participativos del patrimonio cultural inmaterial.
Se espera que en los próximos meses, el INPC complete el formulario de asistencia internacional de la Convención 2003 como el primer paso para ejecutar estas acciones de recuperación, que favorecerán especialmente a las comunidades de los territorios afectados.
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